Violador peligroso y reincidente. Este es el perfil de Pedro Jiménez García, de 35 años, el presunto asesino de las dos mujeres policías en Bellvitge. El sospechoso disfrutaba de un permiso penitenciario de tres días y ayer no regresó a la cárcel de Can Brians, donde cumplía una condena de 30 años por otras dos violaciones, una de ellas cometida durante otra salida de la cárcel.

Jiménez García fue condenado por primera vez por una violación perpetrada en 1986. Ya en la cárcel, en abril de 1992 obtuvo un permiso, durante el cual agredió sexualmente, robó y golpeó a una joven en L´Hospitalet. También se le imputó entonces otro intento de violación. Eso explica que en 1993 fuese condenado a 30 años de cárcel por el conjunto de delitos. El preso cumplió en 1999 las tres cuartas partes de su condena gracias a las redenciones previstas en el antiguo Código Penal. Hubiera obtenido la libertad en el 2005.

Anoche, era el hombre más buscado de Cataluña por los Mossos y la Policía Nacional. La ficha policial lo describe como de 1,57 de estatura y fuerte.

REPETICION DEL CASO Los delitos de 1986 y 1992 guardan una gran similitud con el de Bellvitge. En todos, el agresor atacó en la puerta de acceso al edificio y empleó una violencia inusitada, aunque sin llegar a matar.

La Junta de Tratamiento de Brians propuso el permiso para Jiménez el 2003, porque legalmente tenía derecho a él. Pese a ello, el juez de Vigilancia lo denegó por tener aún un juicio pendiente. Varios mossos aguardaban ayer tarde su regreso a Brians, pero no apareció.

La Policía Científica identificaron al agresor por las huellas encontradas en el piso de la Rambla de la Marina, número 38, 7. 2, donde se cometió el doble crimen. En la vivienda apareció una nota con el número de móvil del agresor. Se cree que al salir de la cárcel adquirió y teléfono y se lo anotó, aunque no descarta de que conociera alguna de las chicas. No aparecieron vestigios de otra persona.