El tabaco, la obesidad, el colesterol y la hipertensión son los aliados de la enfermedad cardiovascular, que provoca cada día en España unas 345 muertes. El consumo de cigarrillos ha bajado, gracias a leyes que lo restringen. Pero con la dieta, responsable de los otros factores de riesgo, se está fracasando. Así lo advirtieron ayer, prestigiosos especialistas en el corazón durante la presentación del Congreso Mundial de Cardiología --se inicia mañana en Barcelona-- que pidieron para la comida basura medidas similares a las adoptadas con el tabaco.

La dieta mediterránea --aceite de oliva, fruta, verdura, legumbres, cereales y pescado-- es ideal para mantener la maquinaria del corazón en perfectas condiciones. Pero tiene un defecto: es cara. Así lo reconoció el cardiólogo Valentí Fuster, presidente de la Federación Mundial del Corazón. "Deben empezar a tomarse medidas para fomentar que las personas dejen las dietas insanas", alertó el ilustre cardiólogo.

Fuster explicó que en EEUU, donde vive y ejerce, la Administración ya ha empezado a "penalizar a restaurantes" que proporcionan a sus clientes raciones demasiado abundantes. Añadió que también "está a punto de regularse el tipo de aceites que utilizan para cocinar", todo ello para evitar ingestas que, a largo plazo, dañan el corazón. El cardiólogo puntualizó, no obstante, que cada país es distinto "y las medidas a adoptar no se pueden generalizar".

Luis Alonso-Pulpón;, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, abundó en la carestía de la dieta mediterránea e insinuó que la comida barata es un engaño. "Los precios se suavizan con productos insanos", dijo