Los miles de militares japoneses y de estadounidenses destinados a la zona arrasada por el tsunami ya han encontrado una cincuentena de cadáveres, la mayoría flotando cerca de la costa. La operación de tres días, en la que participan 120 aviones y 65 barcos, es la última oportunidad para hallar a los más de 15.000 desaparecidos, que se añaden a los 11.800 muertos.

Los mandos ya han dejado caer que las operaciones de rescate no se alargarán en el tiempo, lo que preocupa a los familiares. Las olas gigantes arrastraron a muchos cuerpos mar adentro, que difícilmente se podrán recuperar.