El ministro Josep Piqué tenía agujetas en el dedo pulgar de tanto jugar al scalextric (en la foto, mostrándolo). Su colega de Gabinete Rodrigo Rato se llevó más de una reprimenda por llenar el pasillo de casa con soldaditos ingleses y japoneses y convertirlo en la segunda guerra mundial. El parlamentario vasco Iñaki Anasagasti dormía con su osito de peluche, y el líder del PCE, Francisco Frutos, empezó a familiarizarse con el martillo --antes de hacerlo con la hoz-- gracias a un juego de carpintero que le regalaron sus abuelos.

En un reportaje que aparece hoy en la revista Interviú, siete políticos españoles han sacado el polvo a sus juguetes favoritos. Así se ha desvelado, por ejemplo, que Piqué prefería el coche rojo y el carril de la izquierda --vueltas que da la vida--, que José Bono se queda con la pizarra y que José Antonio Labordeta hacía balones con papeles y telas.