El metro de Madrid registró ayer un motín de viajeros que provocó el caos durante casi una hora en la línea 6 (circular) y en gran parte de la red, ya que tiene enlaces en casi todas las estaciones. El incidente tuvo su origen en la negativa de una veintena de pasajeros a abandonar un convoy averiado en protesta por los constantes y largos retrasos que sufren los trenes.

Pasadas las 8 de la mañana el tren que circulaba desde la estación de la Plaza Elíptica en dirección a Sainz de Baranda tuvo un problema en la estación de Usera. Allí fue desalojado porque no se cerraban las puertas, los viajeros se bajaron y tomaron el siguiente convoy que en esa hora punta llegó casi lleno. El nuevo tren, abarrotado, circulaba también con problemas, a baja velocidad y con paradas en el túnel. Por eso, unas cuantas estaciones más tarde, en Conde de Casal, el maquinista pidió que el tren también fuera desalojado por avería. Los pasajeros, indignados, se opusieron a bajarse.

"En el vagón empezaron con gritos ´¡no nos bajamos!, ¡no nos bajamos´ y se montó un follón y un motín impresionante con los guardias de seguridad intentando hacer algo", comentó Consuelo de la Iglesia, una pasajera. Juan García relató que algunos pasajeros se aferraban a las barras, se tiraban al suelo y se negaban a abandonar el vagón. La empresa, que pidió disculpas por la interrupción del servicio, explicó que, ante la negativa, alertó al Cuerpo Nacional de Policía que "consiguió desalojar a los sublevados" y detuvo a Hugo P.D., de 22 años, por insultos e intento de agresión a los agentes. Los pasajeros denunciaron la "brutalidad" con la que se empleó la policía.