TLta pasta, el 'parné', la 'guita', la 'mandanga', la 'morterá', el taco, el dinero. Ese es el tema de conversación habitual y la noticia de apertura de telediarios y periódicos. Triste asunto ese del dinero, sobre todo porque en la calle, la mayoría de los españolitos está 'canino'.

Una sociedad en la que los ingresos pecuniarios son el eje de la vida y las relaciones humanas es repugnante. Algo así dejó escrito un economista nada sospechoso como John Stuart Mill . Ante la avalancha de informaciones sobre el chalaneo de los mercados financieros uno no puede más que sentir una especie de rechazo ante estos datos, siempre negativos para el común de los mortales y positivos para los especuladores. Estamos asistiendo al desmantelamiento del llamado 'Estado del bienestar', que no es otra cosa que la patente de corso para que se consientan desigualdades extremas en la sociedad. Ahora resulta que pasamos el día acojonados porque los mercados se han levantado mal, o la Bolsa, o el Ibex 35, lo la Deuda Pública ya no merece confianza suficiente a determinadas empresas encargadas de valorarlas.

Parece que se puede ahorrar en Educación, en formación, en profesorado, pero no en otros asuntos como una Policía que aparece de golpe y porrazo para administrar los ídem a los que mean fuera del tiesto, como la gente del 15-M.

Don Dinero es ese caballero esquivo cuya tenencia --como dice Woody Allen -- provoca una sensación tan cercana a la felicidad que solo un experto puede distinguirla. A algunos, de tanto hablar de él, se les llena la boca de podredumbre. Refrán: Poderoso caballero es don Dinero.