Un hombre de 40 años falleció la tarde del pasado sábado, 29 de agosto, en un accidente de caza, como consecuencia de un disparo que realizó su hijo, menor de edad, que lo acompañaba en la práctica cinegética. Los hechos ocurrieron en una finca de la localidad pacense de Azuaga.

El disparo alcanzó al padre causándole una herida mortal, según confirmó la Comandancia de la Guardia Civil.

Fueron otros compañeros de caza quienes avisaron del suceso, por lo que una patrulla de la Guardia Civil y los sanitarios con una ambulancia acudieron de inmediato al lugar de lo ocurrido, una finca denominada El Morro, en Azuaga, cerca de la provincia de Córdoba.

Allí le practicaron labores de reanimación, pero no pudieron salvar su vida.

La víctima y su hijo procedían de la localidad sevillana de Puebla del Río.

La Guardia Civil ha abierto diligencias de investigación para conocer los pormenores y la causa del suceso. El cadáver del hombre, tras el levantamiento del mismo por la autoridad judicial, fue trasladado al Instituto de Medicina legal de Badajoz para practicarle la autopsia, según explicaron desde la Comandancia de Badajoz.

Habría que recordar que el periodo de media veda comenzó el pasado 15 de agosto en Extremadura, por lo que región atrae ahora a numerosos cazadores de diversos puntos.

Más incidentes

Hace dos años también hubo que lamentar en la comunidad autónoma otro trágico incidente relacionado con el mundo cinegético. Ocurrió en enero de 2018 y en aquella ocasión la víctima mortal fue un hombre de 55 años y vecino de Miajadas. El suceso tuvo lugar en la finca La Moneda del término municipal de Hornachos, en la provincia de Badajoz. El fallecido participaba en una montería de caza mayor, ciervo y jabalí, organizada por una empresa que tenía alquilada parte de la finca para este tipo de actividades.

Dos años antes, en 2016, también en Hornachos, hubo otro accidente mortal durante una jornada de caza. Un hombre de 44 años fallecía tras recibir un disparo fortuito en la cabeza por parte de otro hombre.

También hubo otro suceso en 2011. Un joven de 28 años y vecino de la localidad de Logrosán murió tras dispararse con el arma que portaba durante una cacería. El chico se disponía a saltar un vallado cuando el arma se le disparó.