150 hectáreas, 14.000 árboles, unas 370.000 bellotas y 350 voluntarios de más de 20 países son las cifras de la última campaña de la iniciativa Reforest-Acción, que se ha llevado a cabo durante 100 días entre el 20 de octubre de 2017 y el pasado 31 de enero. Era la segunda convocatoria de este proyecto, que ya piensa en consolidarse en los próximos años con un campamento base desde el que seguir la evolución de la regeneración que están llevando a cabo en montes de Gata y Acebo, así como en el puerto de Perales o el Jálama. Desde que se puso en marcha el proyecto de voluntariado se han plantado 26.000 árboles y 400.000 bellotas, de los que se espera que finalmente fructifiquen alrededor de 125.000 ejemplares sobre una superficie total de 240 hectáreas. Pero la idea es ir sumando árboles en próximas campañas. Ya está prevista una nueva en otoño.

«Este año no solo han llegado muchos extranjeros, sino también por primera vez mucho extremeño. El proyecto se ha aceptado ya en la sierra y la gente ya nos conoce. Es una alegría que se empiece a reconocer el trabajo que estamos llevando a cabo sin pedir nada a cambio», valora Ricardo Ibarrondo (Bonggi).

De lo que se plantó el año pasado, el 70% ha sobrevivido («un gran éxito») y confían en que las lluvias de esta semana contribuyan a afianzar la campaña de plantación que se ha llevado a cabo ahora, tras un invierno muy seco. Como en la campaña anterior, las especies que se han usado para reforestar son todas autóctonas: bellotas de encina, roble y alcornoque junto a los árboles aportados por la Junta de Extremadura y una iniciativa novedosa para reintroducir con el Madroño, que en dos años podría comenzar a dar fruto.