El consejero de Sanidad y Bienestar Social de la Junta de Extremadura, José María Vergeles, asistió el viernes a la inauguración del congreso de Fejar en Cáceres, donde destacó el trabajo que se está realizando en la región en materia de formación y sensibilización para prevenir la ludopatía, ya que no solo se aborda el problema desde la patología, sino que también se llevan a cabo acciones formativas en colegios. En este sentido, el año pasado se formó a unos 28.000 alumnos, a más de 370 padres y a medio millar de profesores en este ámbito.

En Extremadura, apuntó el consejero, unas 345 personas están siendo atendidas por juego patológico en los centros regionales de atención a adicciones. «Estamos ante un reto muy importante en la sociedad actual porque hoy en día detrás de cada dispositivo móvil, detrás de cada ordenador o de cada tablet, hay una casa de apuestas», arguyó. En este sentido, avanzó que las apuestas por internet han crecido un 17% en Extremadura, y también ha proliferado la apertura de salas de apuestas deportivas, cuyo número elevó a 125 establecimientos en la región, por lo que pidió una regulación no solo a nivel nacional, sino europeo.

Por su parte, desde la Consejería de Hacienda extremeña, encargada de tramitar las autorizaciones de estos locales, también se asegura «compartir la preocupación» por «el abuso que se observa entre ciertos jóvenes por la práctica del juego, especialmente el relacionado con las apuestas deportivas, tanto presenciales como ‘on line’».

En cualquier caso, se recuerda que el ámbito de actuación de la comunidad autónoma es solo el del juego presencial, mientras que al Estado le corresponde la regulación de las actividades del que se realiza a través de canales electrónicos, informáticos, telemáticos e interactivos. En el caso de los presenciales de ámbito autonómico, se subraya, «nuestra normativa prohíbe la entrada a los establecimientos de juego a los menores de edad y a los inscritos en el registro de limitaciones de acceso».

En concreto, la norma reguladora autonómica exige que los locales y las áreas de apuestas dispongan obligatoriamente de un servicio de recepción en el que se exija la identificación de cuantos usuarios acudan al establecimiento y que impida la entrada a los menores de edad. «En nuestra Ley de Juego está tipificada como infracción muy grave permitir el acceso a los establecimientos de juego y apuestas a las personas que lo tengan prohibido en virtud de esta ley», como es el caso de los menores, se remarca, una conducta que «está sancionada con multa de hasta 600.000 euros». REDACCIÓN