Los ciudadanos están tomando medidas contra la crisis. Medidas casi siempre relacionadas con el ahorro, principalmente dirigidas a la cesta de la compra, la factura de la luz, y la ropa que visten. La administración autonómica no escapa a la crisis, y a partir de ahora va a adoptar una serie de actuaciones que le va a obligar a "apretarse el cinturón". Pero, ¿cómo lo va a hacer? El presidente de la Junta ya anunció hace algún tiempo que de cara a 2009 se congelarán todos los sueldos de los altos cargos y de personal de libre designación de la administración autonómica. La evolución de los acontecimiento y la crisis que afecta a la economía mundial hacen que esta medida se haya quedado, cuanto menos, escasa.

Por esto ayer presentó una batería de medidas encaminadas a la austeridad que, gocen o no de la popularidad de los empleados públicos extremeños, se van a extender por las consejerías y demás edificios públicos con el fin de adelgazar el gasto destinado a personal, sin que ello afecte al correcto funcionamiento del propio sistema. Lejos de ser medidas drásticas, se trata de acciones que cualquier familia extremeña podría estar aplicando entre sus miembros en estos momentos.

A partir de ahora, los funcionarios que quieran leer periódicos nacionales como El Mundo , El País o el ABC en su centro de trabajo lo tendrán que hacer por internet, porque la Junta va a dejar de comprarlos en papel. La factura de la luz se va a reducir, y para ello se darán instrucciones claras a los trabajadores para evitar que una lámpara, un ordenador, o un aparato de aire acondicionado o calefacción se deje encendido cuando se abandona la estancia.

Se acabó eso de llamar a casa desde el móvil del trabajo. Vara apuntó ayer que se ha identificado a trabajadores a los que se les han pillado haciendo descargas de internet a través de su teléfono no personal durante sus vacaciones. Ya no habrá copita de vino español después de la inauguración de un nuevo centro de salud, un tramo de carretera o una exposición. Tampoco se entregarán agendas en papel "que son muy bonitas, pero tienen muy poca utilidad", según el presidente, y en los viajes nadie, ni siquiera él, se alojará en un hotel de más de tres estrellas. Tampoco se van a comprar coches nuevos, redecorar despachos ni comprar muebles sin que sea absolutamente necesario.

Tal vez la medida más eficaz sería la que propuso pero no puede ejecutar: pedir a los funcionarios que trabajen una hora gratis al día.