El presidente de Estados Unidos, George Bush, pidió ayer al Congreso un anticipo de 80.000 millones de euros (más de 13 billones de pesetas) para hacer frente a la guerra de Irak. En su reunión con los líderes de la cámara, estaba previsto que dijera cuánto piensa que le va a costar al Gobierno estadounidense el conflicto. De esos 80.000 millones que ha pedido, 60.000 se destinarían directamente a gastos de combate y a los derivados de los primeros meses de la reconstrucción de Irak. El resto, a ayuda extranjera y humanitaria. Estos nuevos gastos llegan en un momento difícil para el Ejecutivo de EEUU porque, según se informó el pasado jueves, el déficit del Gobierno federal alcanzó en febrero un récord mensual de 96.300 millones de euros.