La caída del precio del petróleo ha jugado un papel importante, aunque no el único, para que en el último año (de marzo del 2008 a marzo del 2009) el Indice de Precios al Consumo (IPC) haya bajado por primera vez un 0,1% en Extremadura, al igual que en España (un dato histórico), pese a que los relativos a bebidas alcohólicas, tabaco y vivienda han experimentado un notable incremento, por encima de la media nacional. Los datos facilitados ayer por el INE reflejan que el IPC subió en marzo en la región un 0,2%, debido sobre todo al vestido y calzado (+3,3% en un mes); este aspecto es contradictorio con la tendencia de este sector en lo que va de año, ya que sus precios desde enero han bajado casi un 12%, lo que ha sido clave para que el IPC general haya caído un 1,3% en lo que va de año. Este escenario ha provocado que en algunos círculos económicos se empiece a hablar de una hipotética deflación.

Al margen de la puntualidad que supone la variación mensual del IPC, la perspectiva de un año ayuda a entender el comportamiento de la economía sobre los bolsillos de los ciudadanos, y ya se están oyendo voces que alertan de una posible deflación. Este término en economía se utiliza cuando se produce una bajada generalizada del nivel de precios de bienes y servicios por una falta de demanda, que provoca que los comerciantes vendan para cubrir costes y que la demanda disminuya más porque los consumidores entienden que no merece la pena comprar si mañana todo será todavía más barato. Al final, las empresas no dan salida a sus productos y tienen pérdidas por lo que le temen más que a la inflación, que sufren sobre todo consumidores.

POR SECTORES En este sentido, hay que destacar que en los últimos doce meses, en Extremadura han subido más que en España los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas (1,2% frente al 0,6% de media nacional); los relativos a bebidas alcohólicas y tabaco (un 4,6% en la región y un 4,1% en España); y, sobre todo, los de la vivienda, que se han incrementado un 5,7% en la comunidad extremeña, frente al 4% de media nacional. Por el contrario, comprarse ropa y calzado, y disfrutar del ocio y la cultura en Extremadura es más barato que en las demás regiones (los precios en ocio y cultura han caído en un año el 3,2%, frente al 0,8% de media en el país).

Sin embargo, lo que destaca por encima de todo lo demás es el notable descenso del IPC en relación al transporte. En el último año ha bajado un 8,8% (seis décimas más que en España), fruto del descenso del precio del petróleo. No en vano, llenar un depósito medio de 60 litros de un vehículo cuesta hoy 18 euros menos si es de gasoil y 12 euros menos si se trata de gasolina 95, teniendo en cuenta los precios actuales reflejados en el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y los que había hace justo un año.

Lo cierto es que el comportamiento de la economía el último año denota una caída de precios en once comunidades autónomas, mientras que en Baleares, País Vasco y Cataluña y se han mantenido en el resto. Este descenso en el IPC se ha dejado notar sobre todo en Castilla-La Mancha (-0,8%), Castilla y León (-0,6%) y Galicia (-0,5%).

Pese a todo, el Gobierno descartó ayer la posibilidad de que la economía española entre en deflación, aunque cree que el IPC seguirá en negativo.