El accidente ocurrido en la tarde de ayer entre las localidades asturianas de Pola de Lena y Mieres ha sido el exponente más trágico de la siniestralidad registrada durante esta Semana Santa en las carreteras españolas.

En este percance, al menos cuatro personas han fallecido y otras cinco han resultado heridas muy graves al volcar un autobús en el que viajaba una treintena de boyscouts de la comarca de Gijón que habían pasado el fin de semana en La Vecilla (León). Los fallecidos, dos niños y dos monitores, pertenecían a un grupo de scouts con sede en la parroquia de Pumarín, en Gijón.

A este siniestro hay que añadir otro accidente mortal acaecido la noche de ayer en la localidad madrileña de Perales de Tajuña, en el que un joven de 23 años perdió la vida al salirse de la vía el coche con el que circulaba por la A-3 en dirección Valencia.

BALANCE NEGRO Con estos dos siniestros, hasta la tarde del domingo un total de 96 personas habían muerto en accidentes de tráfico desde las tres de la tarde del pasado viernes, 7 de abril, día del inicio de la operación salida de las vacaciones de Semana Santa, según informaron fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT).

El número total de accidentes mortales en estos días ascendió a 79, mientras que se han producido 50 heridos graves y 61 heridos leves. En cualquier caso, la operación retorno de las vacaciones no acabará hasta esta medianoche, ya que hoy es día festivo en varias comunidades autónomas. Por tanto, es previsible que, tal y como ha sucedido otros años, se incremente el número de accidentes en las carreteras españolas.

En todo caso, estas cifras se aproximan tristemente a los datos registrados durante la Semana Santa del 2005, en la que 105 personas perdieron la vida y más de 70 resultaron heridas en los 83 accidentes de tráfico que se registraron en las carreteras.

Si estas 96 personas fallecidas hasta el momento hubieran figurado entre los destinatarios de la brutal pregunta con que Tráfico intentaba inducir a la prudencia --"¿Cree usted que va a morir en la carretera?"--, seguro todos hubieran dado la misma respuesta que el protagonista de la encuesta ficticia: "Pues no, claro que no". Sin embargo, todo indica que la trágica cifra del centenar de muertos en la Semana Santa se va a alcanzar o superar.

Las campañas disuasorias, aunque necesarias, no sirven para evitar barbaridades como las ocurridas en Pontevedra, donde fallecieron cinco personas en un accidente en el que se vieron implicados un turismo y dos motos. En este caso, un joven sin carnet de conducir acabó con la vida de cinco personas, entre ellas su propia madre, que le acompañaba en el vehículo.

En la localidad del Baix Llobregat, otro joven circuló durante medio kilómetro en dirección contraria por la autopista hasta que se mató tras causar dos heridos en sendos accidentes.

Por otro lado, los problemas de retenciones que se registraron a lo largo de toda la jornada del domingo se redujeron a una decena en torno a las 22,30 horas de ayer, cuando poco a poco las carreteras españolas comenzaron a recuperar la normalidad en la primera jornada de la operación regreso de las vacaciones de Semana Santa, según datos de la DGT.

En concreto, en los accesos a Madrid las mayores retenciones a esas horas se encontraban en la N-VI, a la altura de la localidad de Guadarrama.

En Cataluña, los principales problemas se registraron en la provincia de Tarragona, a la altura de las localidad de Roda de Bara y Salou.