"Escandoloso". César Serrano muestra sin reparos sus críticas al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se ha llevado a cabo en Radio Televisión Española (RTVE) y en el marco del cual él ha abandonado recientemente su puesto en Radio Nacional, prejubilándose con 54 años (muchos de sus compañeros han seguido la misma suerte con solo 52). "Es voluntario, pero ante una circunstancia así es mejor aceptar la invitación de la empresa a marcharte", dice.

Así lo hizo él mismo y el pasado 1 de enero perdió un 8% de su sueldo, pero ganó todo su tiempo libre. En ese sentido, en el plano personal, está encantado de "tener todo mi tiempo para mí". Pero, por lo que respecta a lo que define como su "compromiso con la sociedad" siente que lo que ha ocurrido en RTVE "no se puede tolerar". Por un lado, considera "un desperdicio" perder "toda la experiencia y bagaje de una generación completa", especialmente en una profesión tan vocacional como el periodismo.

Al respecto, recuerda su periodo de aprendizaje con Nacho Francia en Castilla y León. "Yo no hubiera sido el periodista que soy sin él", ejemplifica en referencia a la importancia de la coexistencia de distintas generaciones en un mismo trabajo. Además, reconoce que en tiempos de crisis como los que vivimos, es complicado entender que se prescinda de trabajadores de solo 52 años; "yo diría que es escandaloso", apostilla.

Entretanto, sin embargo, disfruta de ese tiempo libre del que se ve casi obligado a disfrutar --no puede trabajar hasta que pasen dos años, lo que define como "un periodo de castración intelectual"-- explotando otra de sus pasiones: la gastronomía. De hecho, fue cocinero (aunque casi toda su actividad profesional la ha desarrollado en Radio Cadena y Radio Nacional) y ahora se dedica a descubrir, junto con su amigo Jeremías Clemente (también periodista prejubilado), las mejores delicatesen de la región, mientras piensa en proyectos futuros (escribir un libro sobre gastronomía, por ejemplo) y, sobre todo, saborea una copa de vino.