La esperada recuperación económica se retrasa. Mi impresión es que en el 2003 continuará el estancamiento y aumentará el malestar social. A algunos lectores les podrá parecer un juicio agorero y hasta alarmista. Ni lo uno ni lo otro. Es sencillamente una descripción de lo que, con bastante probabilidad, pasará en la economía mundial. En estas cuestiones deberíamos procurar no confundir los deseos con las realidades. Eso podemos dejarlo para los gobiernos.

Nunca compartí el optimismo de los que esperaban una recuperación para mediados del 2002. Me parecía más un acto de fe que un análisis racional. Invocaban la recuperación con la misma intención que otros hacen rogativas pidiendo lluvia en época de sequía. La razón para anticipar que la recuperación será lenta es muy sencilla. Con la economía ocurre lo mismo que con el estómago. Después de una fuerte ingesta se necesita un tiempo de ayuno para digerir los excesos.

LOS ANTECEDENTES

La economía mundial viene de una etapa prolongada de fuerte inversión, impulsada por una euforia excesiva en los beneficios esperados de la Nueva Economía. Nunca antes tantos países habían invertido tanto a la vez. Esta euforia ha dado lugar a la aparición ahora de excesos de capacidad productiva. Tardaremos un poco más de lo que pensaban los optimistas en digerir esos excesos. Mientras tanto, la inversión estará parada, la economía en recesión y el empleo a la baja.

Este escenario se puede agravar aún más en los próximos meses. Por varias razones. En primer lugar, la posibilidad de un conflicto bélico en Iraq presionará los precios del petróleo al alza y las expectativas de los agentes a la baja. En segundo lugar, el endeudamiento de las familias ha llegado a límites difícilmente superables.

DINERO BARATO

En tercer lugar, las autoridades económicas de algunos países no podrán seguir sosteniendo con políticas de dinero barato y facilidades fiscales el crecimiento de ciertos componentes de la demanda, como la construcción. De hecho, cada vez son más los analistas que ven con preocupación