Son las once de la mañana y Miguel López no da más de sí. En la puerta el comercial de una distribuidora le pregunta si necesita vino, el teléfono está descolgado pendiente de realizar un pedido, los clientes más habituales detienen sus necesidades consumistas para saludarle y además tiene que estar pendiente de la reposición para que los compradores se encuentren con el mejor y más completo servicio posible.

Es el gerente del comercio de alimentación de la Cooperativa Udaco en la calle Reyes Huertas de Cáceres y sabe, como pocos, cómo está afectando la tendencia inflacionista de los productos más básicos durante el último año. "La gente se queja mucho. Sabe muy bien cuáles son los precios y detectan enseguida cualquier subida, por muy pequeña que sea", comenta.

Las ventas no se están resintiendo de forma pronunciada, "porque son productos elementales para cualquier hogar", pero sí les está obligando a estar pendiente de cualquier oscilación del mercado para ajustar los precios. "Está subiendo todo, la leche lo que más y es de lo que más se queja la gente. Y nosotros no tenemos otro remedio que subir. Si a nosotros nos suben, nosotros tenemos que subir para que esto pueda ser rentable", explica.

Para Miguel las causas de esta situación son múltiples. Desde las subidas del petróleo y las materias primas a las de muchos productos que se han encarecido en el origen. El resto de la cadena, en su opinión, trata de ajustarse a los movimientos del mercado, aunque ellos, para evitar el posible efecto de los intermediarios, apostaron por integrarse en una cooperativa a través de la cual se abastecen.

Pese a todo, con los esfuerzos y las estrategias realizadas, Miguel ve el futuro un tanto oscuro. "Entre las constantes subidas de precios, que siempre hacen bajar algo el consumo, y la llegada de las grandes superficies van a lograr acabar con nosotros, el pequeño comercio terminará desapareciendo", explica, mientras mira de reojo el supermercado Día que hace un tiempo le instalaron a 30 metros, dos esquinas por encima de su establecimiento, y el hipermercado Eroski que tiene un poquito más allá.

Frente a esto, su apuesta es por la calidad, la proximidad y la confianza que brindan al cliente, aunque le gustaría que también se moderaran los precios: "Estabamos mejor antes, cuando todo era más barato".