No a la refinería en Tierra de Barros. No al cementerio nuclear en Los Ibores. Térmicas no. No. Los partidarios del no a la política medioambiental de Ibarra le esperaban ayer a las puertas del Auditorio de Cáceres para mostrar, una vez más, su disconformidad con la actitud del presidente de la Junta y, al mismo tiempo, celebrar un Día de Extremadura alternativo .

Sus señas de identidad: las opuestas al acto del auditorio cacereño. Frente a los trajes, camisetas con eslóganes. Frente a las invitaciones al acto, pegatinas para todos. Frente al respetuoso silencio que acompaña a los discursos, silbatos, altavoces y consignas. Y frente al aire acondicionado, latas de cerveza y abanicos que pelean contra el calor de un verano que parece querer rehuir su final.

Son las nueve de la noche y una sonora pitada recibe al presidente del Gobierno regional. "Ya está aquí el dictador", corean unos 300 manifestantes. Pancartas en alto y silbidos pretenden transmitir lo que, según denuncian, Ibarra se niega a escuchar. "Llevamos dos años de actividad y nunca nos ha recibido", se queja uno de los componentes de Refinería No .

Por eso, sus miembros no han dudado en trasladarse a la capital cacereña --donde, desde su punto de vista, se ha trasladado el acto del día de la región para alejarlo de la protesta-- para hacerse oir. Para combatir el modelo de desarrollo que la Junta promueve y basado, en su opinión, en estructuras contaminantes.

Una opinión que comparten otros grupos, como los que se oponen a las tres centrales térmicas proyectadas en la región o los contrarios a la hipotética instalación de un cementerio nuclear en Los Ibores. Sus acaloradas protestas contrastan con las sosegadas conversaciones de los miembros de las fuerzas de seguridad.

Y es que los manifestantes no buscan el enfrentamiento. Solo gritan sus consignas a quien las quiera escuchar. Y a quien no, más. Entretanto, alguno aprovecha para vender vasos de chei , curiosa bebida a base de leche y mate. Otros entregan las medallas alternativas . Víctor Casco, el coordinador regional de IU, observa la escena rechazando, un año más, la invitación "al acto del PSOE". Una hora más tarde, el grupo casi ha desaparecido y los policías se van retirando.