Esta ecuatoriana ha tenido que despojarse de una vivienda en propiedad en su país natal, Ecuador, para poder seguir manteniendo su vida en Cáceres y pagar el alquiler. Hace un mes que terminó el contrato a tiempo parcial que firmó con el Ayuntamiento de Cáceres para trabajar en ayuda a domicilio, y desde entonces no para de buscar un empleo para poder mantener a sus tres hijos, pequeños. "Soy el único sustento de mi casa y estoy desesperada porque no encuentro nada". Habitualmente trabajaba como camarera de piso en hoteles, pero llegó la crisis y estuvo dos años en el paro hasta que le surgió el empleo en el consistorio cacereño, un empleo que ahora vuelve a buscar.