Pabellón multiusos de Cáceres. 18 de mayo. Acto central del PSOE en Extremadura de las últimas elecciones autonómicas y municipales. Un público entregado recibe entre vítores al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la entonces alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras; el líder de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández Vara y a su antecesor al frente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Cuatro días después el PSOE pierde las elecciones y comienzan a surgir dudas dentro del seno de los socialistas extremeños sobre qué se ha hecho mal durante la campaña. Hoy, casi seis meses después, se repite ciudad (hay un acto central en el palacio de congresos desde las ocho de la tarde), pero en la foto, además de Zapatero, no estará Rodríguez Ibarra; aunque sí lo hará otro peso pesado socialista, el expresidente del Gobierno Felipe González. El que fuera jefe del Ejecutivo regional durante 24 años no ha participado hasta el momento en mítines en esta campaña electoral ni tiene pensado hacerlo, según fuentes socialistas consultadas ayer por este periódico. Sin embargo, mañana sí lo hará en un acto en Picón (Ciudad Real), pueblo de 700 habitantes, invitado por la agrupación socialista local y en el que es cabeza de cartel.

Este periódico contactó ayer con la oficina del expresidente para conocer la opinión de Rodríguez Ibarra sobre por qué no está presente en los mítines de su partido en Extremadura. Personal de confianza del expresidente asegura que no puede dar información al respecto y remite a preguntar en el PSOE extremeño. Fuentes socialistas consultadas confirman que, a día de hoy, no está prevista su participación en ningún acto público en la región durante la campaña, pero aclaran que "no hay ninguna brecha" en el seno del partido y que "siempre tiene las puertas abiertas" para hacerlo, pero "es él el que decide si participa o no".

Hay que recordar que un mes después de la cita electoral del 22-M, Rodríguez Ibarra manifestó que la campaña realizada por el PSOE en Extremadura había sido "un desastre", la peor, dijo, que había visto, y que durante el Gobierno de Fernández Vara se había potenciado al PP con acuerdos puntuales entre ambos.

'PALO' A JUNTA Y ASAMBLEA

Para entonces ya había lamentado el poco interés, según dijo el 1 de junio, mostrado por la Junta y también por la Asamblea, por su figura al frente de la oficina del expresidente, que era objeto de informaciones sobre sus gastos. "La Junta y la Asamblea o no han sabido o no han querido dar valor a la figura del expresidente, porque he estado disponible para las dos y solamente la prensa y los ciudadanos han sabido utilizar la figura", sus conocimientos y experiencia. "Si es útil (la oficina), que pongan los medios, si no, quédense con ella porque a mí no me aporta nada", insistió, por lo que "solo seguiré haciendo lo que hago desde la oficina si la Asamblea me pide que siga haciéndolo; si no, no lo haré más", sentenció.

Además, ese mismo día, cuando IU tenía la llave para dar la Junta a Fernández Vara o a Monago, puso trabas en el camino de un posible acuerdo entre PSOE e IU al refrescar viejos fantasmas que enfrentaron a ambas partes en los años noventa, al asegurar que "es posible" que Izquierda Unida vuelva a aliarse "en pinza" con el PP, como "ya" lo hizo en 1995, y apuntó la posibilidad de que en ese caso entre "aire corrupto" en la región.