Noche clave. El debate puede coronar la mayoría absoluta o decidir que aún hay partido, aunque sea para la dulce derrota del 96. Será un duelo de dos profesionales rodados y dos sobrevivientes. Mariano Rajoy escaló en el PP pese a Manuel Fraga, fue candidato en el 2004 sin el glamur de Rodrigo Rato y ha digerido dos derrotas. Es un elefante. Alfredo Pérez Rubalcaba fue la cara del fin del felipismo, no fue liquidado por el vendaval José María Aznar del 2000 (pese a ser cerebro de Joaquín Almunia), se ganó la cercanía a José Luis Rodríguez Zapatero tras apostar por José Bono y, portavoz de la crisis, no se ha quemado. Es un leopardo.

Rajoy es ganador. Ahora nada de "traicionar a los muertos". Esgrimirá el paro, pero ya lo dijo en Castelldefels: "No hay que darles caña, se la han dado ellos mismos, y de qué manera". Era el día de los 134.000 parados de octubre.

Estará moderado, responsable y con camiseta centrista. Por la derecha nada a ganar; José María Aznar ya cultiva ese huerto. Hay que tranquilizar y no enervar a socialistas que el 20-N puedan votar al PP o irse de excursión. Concretará poco salvo en ayudas al empresario (pequeño, por supuesto) y en bajar impuestos para crear empleo. A ETA, la ley y el orden. No solo a ETA, a todos los malos. Como Dios manda.

Rubalcaba sale mal. El CIS respira depresión para el PSOE y le pone 16,7 puntos por detrás. El se salva y debe transmitir solvencia. Pero, al mismo tiempo, necesita sacudir con fuerza a un elefante que sabe que el debate es ir al dentista: una molestia con tiempo tasado. Si el leopardo peca de prudente, el elefante sale ileso. Si se extralimita herirá al elefante, pero puede morir. Debe hacer guiños al 15-M sin espantar al centro y sabe que el voto se le escapa más a la derecha.

Sus armas: la socialdemocracia clásica, el miedo al aznarismo (Felipe y Alfonso juntos por primera vez en 15 años) y su habilidad felina. A este diario le dijo: "Con Aznar había más muertos, con Zapatero más etarras detenidos, solo constato". Otra: "Preguntad a ingleses y portugueses si han ganado con el cambio". Y estocada: "El programa oculto de Rajoy es lo que hace Esperanza Aguirre".

Pero el elefante sabe que la fragancia de la victoria embellece. Y, además, tiene la experiencia del debate con el presidente Zapatero. Hoy su niña del 2008 está jubilada.