Ni siquiera se esperó al informe de los inspectores de desarme. La embajada española en Bagdad fue evacuada ayer por la mañana por tiempo indefinido en previsión de un ataque militar de Estados Unidos.

Eduardo Quesada, el encargado de negocios al frente de la legación y la mayoría del personal español emprendieron viaje por carretera hacia Jordania. Quesada, que se instalará en Ammán, la capital jordana, había anunciado el martes a la prensa española de la inminencia de la evacuación, aunque rogó discreción para evitar que la operación pudiera verse afectada.

El encargado de negocios aseguró entonces que la evacuación iba "a ser temporal" y que él se iba a dedicar a "ir y venir entre Ammán y Bagdad". Sin embargo, el modo en que se ha efectuado la salida parece apuntar que la evacuación ya es definitiva.

Fuentes de la legación diplomática señalaron que, antes de salir, recibieron órdenes de destruir todos los documentos importantes que no pudieron llevarse consigo.

En 1991, la embajada española fue evacuada de esta misma manera semanas antes del ataque estadounidense.