Si se consiguiera que todos los sectores de la economía extremeña alcanzaran el mismo nivel de productividad en el trabajo que promedian sus homólogos en el conjunto de España, el Valor Añadido Bruto (VAB) regional crecería de golpe un 18,3%, pasando de suponer unos 18.170 millones de euros (cifras del 2008) a más de 21.500 millones. Es un ejercicio teórico que se plantea en el Informe de Progreso de Extremadura , que apunta que el cambio más significativo se observaría en la industria, cuyo VAB crecería en torno al 39% si el sector lograra ser tan productivo como la media española. En el caso de los servicios y la energía también habría variaciones significativas, ya que su aportación crecería en un 17,2% y en un 13,5%, respectivamente.

La construcción y, especialmente, la agricultura, serían las actividades con menos recorrido, ya que sus incrementos en la generación del VAB se limitarían a un 8,6% y a un 0,4% respectivamente, "puesto que sus niveles de productividad en 2008 se asemejan a los de la media del conjunto de la economía española", señala el estudio.

"¿En cuántos años se conseguiría? (igualar la productividad española), no lo sé, pero sería un buen programa de crecimiento y convergencia", declaró ayer José Antonio Herce, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), para quien "todos los sectores" de la economía extremeña "tienen que hacer los deberes de la productividad". De hecho, Extremadura es la región española con un menor PIB por ocupado. En el 2008 era de 42.777 euros, un 15,5% inferior a los 50.622 promediados en España.

En este sentido, en el informe presentado ayer se aboga por que la política regional se dirija, "por un lado, a incentivar la aplicación de nuevas tecnologías y la innovación en los procesos productivos como aspectos cruciales para elevar el grado de eficiencia de las actividades productivas y, por otro, a fomentar la adaptación del capital humano a las exigencias en las actividades con capacidad de generar mayor valor añadido". Con ello se persigue alentar un cambio de modelo productivo mediante la transformación de los "sectores maduros" que estén en condiciones de liderar un proceso de crecimiento, al tiempo que buscar también nuevos nichos de mercado emergentes "en los que Extremadura puede posicionarse como un actor competitivo de alcance global".

En el ámbito de la formación, los autores del estudio empiezan señalando que Extremadura es una de las regiones en las que menos abundan las cualificaciones elevadas, ya que la población extremeña con estudios universitarios y de educación secundaria y formación profesional de grado superior es 6,5 y 5,3 puntos inferior, respectivamente, a la media española.

Sin embargo, también se reconoce que en los últimos años la cualificación ha mejorado a mayor ritmo que en el resto del país, lo que ha permitido reducir las diferencias de las que se partía. "En tan solo cinco años, entre 2005 y 2010, la población con estudios universitarios se ha incrementado un 18,2% y el grupo con estudios secundarios de segunda etapa --o formación profesional correspondiente-- lo ha hecho en un 15,1%", se arguye.

"El salto cualitativo en la formación de la población extremeña en general durante los últimos quince años ha sido espectacular", enfatizó ayer José Antonio Herce, si bien agregó a continuación que esta mejora "no ha tenido una expresión fluida en el mercado laboral".