La lluvia no fue un obstáculo para que unos 500 afiliados y simpatizantes del PP se congregaran ayer en la plaza de toros de Badajoz, convocados por el partido para una "fiesta con motivo de la etapa de cambio en la que están inmersos los extremeños". Esta celebración coincidía con el acto del PSOE organizado en La Granadilla, pero el presidente del PP en Extremadura, Carlos Floriano, negó que estuviesen contraprogramando, porque según dijo esta fiesta estaba prevista desde hace un par de meses y además aseguró que era una convocatoria estrictamente local, que se repetirá en otras ciudades.

Floriano explicó que el acto formaba parte de los preparativos de las elecciones autonómicas y pretendían pasar el día con los interventores y apoderados del partido con el objetivo de "demostrar la fortaleza del partido en Badajoz". El presidente popular defendió la necesidad de abordar un cambio para que los ciudadanos sepan "que aquí la seguridad se va a respetar y nadie va a jugar con el concepto de la España que marca la Constitución", así como propiciar el "cambio político en Extremadura", que se traduzca en aspectos como el empleo.