El envejecimiento que experimenta Extremadura se debe a causas que todos conocemos y que se resumen en la inmigración, un fenómeno que afectó mucho a la región en los años 60 y que padece todavía. Para un extremeño es difícil acceder al mercado laboral y a una vivienda y, por tanto, formar una familia. Actualmente, se están dando pasos importantes para potenciar la maternidad, pero estamos en una fase muy inicial del proceso de conciliación de la vida familiar y laboral.

En consecuencia, no cabe esperar que por ahora el proceso de envejecimiento se ralentice y, de hecho, se prevé que en el 2030 una cuarta parte de la población tendrá más de 65 años. Por ello, uno de los principales caballos de batalla de UGT es la lucha para garantizar el poder adquisitivo de los extremeños que llegan a la edad de la jubilación.

Esa es una de las grandes rémoras que padecemos ya que, al ser una región agraria, contamos con la media de pensiones más baja. Y este es, a la vez, nuestro segundo caballo de batalla. No obstante, los mayores extremeños disfrutamos de buenos servicios y, aunque somos los primeros de España, tampoco estamos a la cola.

* Secretario general de pensiones, jubilados y prejubilados de UGT