Los atentados de Londres han puesto en estado de máxima alerta a Italia, que se sabe en el punto de mira de los grupos integristas islamistas por su participación en la guerra de Irak. En los últimos dos días, Italia ha recibido tres amenazas de grupos relacionados con Al Qaeda y no parece que sea casual que el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunciara ayer, al término de la reunión del G-8, que después del verano retirará a 300 soldados del contingente de 3.300 que tiene desplegados en el país árabe.

De forma unánime, la prensa italiana destacaba que tras los atentados en Gran Bretaña y España, Italia corre peligro de convertirse en el próximo objetivo del terrorismo integrista. La Repubblica fue el diario que más claro lo subrayó: "Alerta de los servicios de inteligencia: después de Londres nos toca a nosotros".

A TRAVES DE INTERNET El jueves, el grupo Organización de Al Qaeda/Yihad en Europa, al mismo tiempo que se atribuyó los atentados de Londres, apuntó directamente a Italia y Dinamarca. Ayer, hubo dos amenazas más, por internet. "Advertimos a Roma, capital de los infieles, que los leones de la yihad en Europa están preparados para lanzar fuertes ataques contra el Gobierno colaboracionista de los cruzados, los americanos, los enemigos de Dios, el profeta y los musulmanes", subrayó en un comunicado colgado en la red por el apenas conocido grupo Organización de Al Qaeda-Yihad en la Península Arábiga.

Más conocido en medios radicales, Lewis Atiyalah, uno de los ideólogos de Al Qaeda con mayor influencia en internet, afirmó: "Berlusconi tiene una vieja deuda por pagar".

ANUNCIO MATIZADO Quizá tratando de saldar parte de esa deuda, Berlusconi confirmó que a partir de septiembre empezará la retirada de Irak de 300 de los soldados allí desplegados, un anuncio que cuando lo realizó por primera vez, en marzo, causó tal malestar en EEUU que tuvo que matizar después, y señalar que se trataba sólo de "un deseo". Pero tras las nuevas amenazas, ese deseo empezó a concretarse, al mismo tiempo que se tomaban medidas para prevenir un posible atentado.

INQUIETUD EN DINAMARCA En Dinamarca, pese a la actitud del Gobierno de no ceder ante las amenazas, una cierta inquietud ha invadido el país. Ayer, la policía cerró una estación de metro en el centro de la capital para examinar un paquete sospechoso que alguien había dejado, y que resultó una falsa alarma.