Extremadura es la región europea que más ha convergido en los últimos cinco años en cuanto a tasa de paro, según el Cuarto Informe de Convergencia elaborado por la Dirección General de Política Regional de la UE, dado a conocer recientemente por la comisaria Danuta Hübner. Según dicho informe, en el año 2000 la comunidad extremeña presentaba una tasa de paro del 24,8, frente a la media de la UE (considerada la ampliación a 27 países) del 9,3. Sin embargo, en el 2005 el índice extremeño de desempleo había caído nueve puntos, hasta el 15,8, mientras que en la UE el descenso fue de tres décimas, hasta situarse en el 9, lo que supone un acercamiento de 8,7 puntos en ese periodo.

De este modo, Extremadura, pese a mantener aún una diferencia de seis puntos y medio con la media europea, ha dado un gran salto en este apartado. Esto ha supuesto pasar del octavo lugar entre las regiones de la UE con más paro a figurar en el puesto 33º.

EMPLEO FEMENINO Así la comunidad extremeña ha dejado atrás a varias regiones de Francia, Italia, Polonia, Alemania e, incluso, al entorno de la propia capital europea, Bruselas, cuya tasa de desempleo es más alta que la de Extremadura. El avance ha sido posible no sólo porque la región extremeña ha avanzado más deprisa en el descenso del paro, sino porque algunas de las regiones que ahora se sitúan por detrás no sólo no han logrado hacer bajar el paro, sino que lo han incrementado.

En este avance ha tenido mucha participación la bajada del desempleo femenino. Hace cinco años la diferencia entre el paro medio en mujeres de la UE y el de Extremadura rondaba los 34 puntos, con índices del 12,9 y del 37, respectivamente. En el último lustro, el paro femenino en la UE ha caído en poco más de tres puntos, mientras que en Extremadura lo ha hecho en 14,6, con lo que el diferencial es ahora de 12,6 puntos.

No ha tenido, sin embargo, tan buen comportamiento el paro juvenil. En el año de partida, el 2000, la diferencia entre la media de la UE y la extremeña no llegaba a nueve puntos (26,3 frente a 35,1). Aunque también Extremadura ha logrado bajar la tasa, concretamente hasta el 28,3, en la UE el descenso ha sido muy similar, con lo que se mantienen las diferencias.

Otro aspecto donde el avance regional no ha sido del todo positivo es en el de la distribución de empleo por sectores, ya que la economía continúa muy condicionada por la agricultura.

En el año 2000, el sector agrario suponía en Extremadura casi el 14% del empleo total, seis puntos por encima de la media europea. Ahora ese porcentaje ha bajado en la región medio punto, pero en la UE lo ha hecho casi dos, con lo que la brecha se ha ampliado a casi siete puntos.

Mientras, en el sector industrial el empleo en Extremadura ha pasado del 25,9% al 24,4%, es decir, este sector ha perdido peso en el total de trabajadores. En la UE el comportamiento ha sido similar, al pasar del 29,5% al 27,7%.

Finalmente, el sector servicios ha crecido en peso dentro del empleo total generado, subiendo hasta el 62% en Extremadura, dos puntos más que hace cinco años, mientras que en la UE el incremento fue de 3,5 puntos, hasta sobrepasar el 66%.

Donde Extremadura continúa presentando mejores índices es en el porcentaje de parados de larga duración sobre el total de parados. Aquí ya se partía de una situación más favorable, puesto que las personas que llevaban más tiempo esperando un empleo era del 32,4% frente al 45,8% de media comunitaria. Pero es que además en la UE este porcentaje ha subido dos décimas, mientras que en Extremadura cayó 4,4 puntos.

CONVERGENCIA EN PIB El acercamiento extremeño a la media europea en los indicadores de empleo viene relacionado con otros factores que evalúa el Cuarto Informe de Convergencia, entre los que se encuentra la generación de riqueza en cada territorio.

De este modo, en el indicador de Producto Interior Bruto por habitante, la UE señala que hace cinco años Extremadura tenía un índice de 59,8, es decir, estaba a 40,2 puntos de la media comunitaria. Este último informe sitúa a Extremadura en el 67,1 de índice, o lo que es lo mismo, a 32,9 puntos de la media, lo que significa un avance de más de siete puntos en el lustro, por encima de muchas regiones de los nuevos países de la UE, pero también de algunos que ya estaban como Francia, Portugal y Grecia.