El apoyo al proceso de paz abierto en el País Vasco y las demandas de empleo estable fueron las principales reivindicaciones del Primero de Mayo, una jornada que miles de personas celebraron ayer en toda España en un ambiente festivo y sin incidentes.

Los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT convocaron cerca de cincuenta manifestaciones conjuntas en toda España con el lema "Por la Paz. Empleo estable en igualdad". La manifestación más multitudinaria fue la de Madrid que, según los organizadores, congregó a más de 60.000 personas, una participación superior a la de anteriores ocasiones a pesar del largo puente y del buen tiempo.

La anécdota, un año más, la protagonizó un espontáneo que se encaramó a la fuente de la plaza de Cibeles para colocar una bandera de la República, que este año celebra su 75 aniversario.

Además, por cuarto año consecutivo los secretarios generales de CCOO y de UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente, tuvieron que pronunciar sus discursos finales entre abucheos e insultos.

PROTESTAS En esta ocasión fueron un grupo de representantes del PCE y de la Plataforma de Ciudadanos por la República los que les increparon con abucheos, gritos de "fuera", "sinvergüenzas" y "burócratas", mientras que ellos hablaban del proceso de paz, de la lucha contra la precariedad y la siniestralidad, informa Efe.

Además, Méndez y Fidalgo recordaron a las víctimas del terrorismo, a las del síndrome tóxico de la colza, y los aniversarios de la II República y de la Ley de Prevención de Riesgos.

Desde el estrado Fidalgo expresó su deseo de que se "abra el final del terrorismo de ETA sin más concesiones de las necesarias y sin alterar la realidad democrática". Dijo además que, desde el movimiento sindical, se ve "con mucha esperanza" que "ETA haya sido vencida, rendida" por la "unidad" de los partidos políticos, de la sociedad civil, por la "dignidad" de las víctimas y por las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Fidalgo también aseguró que la futura reforma laboral permitirá acabar con el "abuso" de la temporalidad, reforzará el empleo fijo y clarificará las responsabilidades en las cadenas de subcontratación.

Por su parte, Méndez afirmó que su sindicato ve con "cautela", pero con esperanza, el fin de ETA, aseguró que siempre tienen presentes a las víctimas y garantizó la colaboración de UGT con las instituciones y las Fuerzas de Seguridad del Estado para acabar con el terrorismo.

En su discurso destacó que la reforma laboral que negocian con el Gobierno y la patronal va a salir adelante, aunque, advirtió, "tras su firma" todos deberán de "acreditar" su "compromiso" para reducir la precariedad laboral. Además, valoró la creación de una Fiscalía especializada en siniestralidad.