La liberalización del mercado de la electricidad no acaba de cuajar en la región. Apenas 1.873 extremeños han decidido cambiarse de compañía eléctrica desde que se abrió esta posibilidad, el 1 de enero del 2003, conforme a los datos suministrados por Endesa e Iberdrola --empresas que concentran aproximadamente un 85% de este mercado en la región--. Esta cifra supone solo un 0,32% de los alrededor de 580.000 clientes que suman ambas compañías en Extremadura.

"El problema fundamental de esto es que no se conoce. El usuario no sabe que puede cambiar de compañía eléctrica", afirma Diego Carmona, profesor del área de Ingeniería Eléctrica de la Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Extremadura, que considera que las eléctricas tampoco ponen nada fácil el cambio: "Se sigue una estrategia de agotar al cliente, que te mueras en el empeño de intentarlo", asevera.

Pero, ¿qué ventajas tiene para un usuario cambiar de eléctrica?. En la calidad del suministro, ninguna, ya que la compañía que suministra sigue siendo la misma. Lo único que varía es a quién le pagamos las facturas. Y por lo que atañe al precio de la electricidad, "en el sector doméstico hay muy poco margen para la negociación", admite un portavoz de Endesa, que explica que en esta firma lo que sí se hace es ofrecer paquetes de descuento si, por ejemplo, se contratan los servicios de luz y gas al mismo tiempo.

Precisamente, Diego Carmona considera que la poca variación de los precios entre unas compañías y otras es lo que hace que no exista una liberalizacion real: "El consumidor lo que quiere son precios competitivos, porque la calidad en el suministro es más o menos buena", incide. A su juicio, entre las eléctricas existe "un pacto no escrito" para mantener el statu quo del mercado. De hecho, este mismo mes, la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) dictó cuatro resoluciones contra las filiales de distribución de las eléctricas Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa y Viesgo, por abusar de posición de dominio en el mercado.

Según el supervisor, el abuso consistió en negar información relevante sobre consumidores para poder competir en el mercado a la empresa comercializadora de electricidad Centrica. Esta firma, perteneciente a la británica British Gas, se define en su web como "la primera comercializadora de electricidad independiente" de España y como "el grupo energético con mayor experiencia en mercados liberalizados".

"En el consumo te vas a ahorrar poco", resalta también un técnico de una compañía eléctrica, que añade que "la única ventaja que yo le veo a esto es que si tienes un problema en el suministro, tú reclamas a la compañía a la que pagas, y es ella la que se encarga de hablar con la suministradora. Y no tiene el mismo peso que reclames tú, a que sea una compañía grande quien lo haga".

Pero esos menos de dos mil usuarios que han cambiado de compañía eléctrica en Extremadura no son ni mucho menos todos los que han accedido al mercado libre de la electricidad en la región, ya que la cifra supera los cuarenta mil, entre abonados de Iberdrola y Endesa. Sin embargo, más de un 95% de ellos se han quedado en casa , es decir, con la comercializadora de su misma compañía, un dato, aclara Carmona, que "es menos significativo" ya que, detalla, en determinados casos, como es la desaparición de la tarifa que se tiene contratada, el cambio, si no se dice lo contrario, se hace de forma automática a la comercializadora que trabaja en la zona. No se trata, por tanto, de que se esté buscando la oferta más competitiva.

El proceso de liberalización del mercado eléctrico que dio comienzo en 1997 debería acabar, si no hay nuevas prórrogas, en los próximos meses. Así, desde el 1 de julio está previsto que desaparezcan las tarifas de baja tensión. A partir de ese momento, según recoge el Real Decreto 485/2009, a quienes tengan un suministro con potencia igual o inferior a 10 kw (tarifas 2.0.1, 2.0.2 y 2.0.3), se les comenzará a facturar con la tarifa de último recurso --cuyo precio máximo fija el Gobierno-- por la comercializadora asignada a la zona, a menos que deseen pasar al mercado libre con unos precios prenegociados o negociar por su cuenta unos nuevos precios con otra comercializadora. En esta situación se econtrarían la gran mayoría de los usuarios extremeños y españoles --unos 24,92 millones de clientes en toda España.

En cuanto a quienes tengan contratada una potencia superior a 10 kw (tarifa 3.0.1 y 3.0.2), desde el 1 de julio deberán estar en el mercado libre y escoger con qué compañía. De lo contrario, también se les pasará a la comercializadora que opere en la zona, que le aplicará las tarifas que tenga establecidas.

Una vez que el mercado se estabilice, Carmona cree que la evolución lógica sería que la tarifa de último recurso fuera subiendo de precio, "para obligar a los clientes a elegir las mejores ofertas", mientras que el resto de tarifas irían abaratándose "para hacerse más competitivas".