La eficacia en la lucha contra los incendios depende en gran medida de las condiciones climatológicas. Así, es importante que el bosque se humedezca gracias a la lluvia durante los meses previos, pero sin que ello provoque un exceso de vegetación, que después durante el estío favorece la propagación del fuego.

Ya en el verano, las altas temperaturas, que secan el ambiente, colaborando así a que las llamas se extiendan rápidamente y, sobre todo, el fuerte viento, son los principales obstáculos con los que se topan las brigadas contra incendios.

Hasta el momento las temperaturas han sido suaves en Extremadura en lo que va de verano, y el viento tampoco ha arreciado con fuerza. Aunque es difícil hacer previsiones a la largo plazo, al menos en los próximos días.

Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología, durante los próximos días se mantendrán estables las temperaturas en torno a los 32 grados en el centro de la región, y al comienzo de la semana se irán incrementando hasta los 35 grados, sin cambios en el viento. En el norte de Cáceres los termómetros no pasarán de los 30 grados.