Fuentes de la lucha antiterrorista aseguran que los tres marroquís detenidos ayer en Madrid están relacionados con uno de los implicados en los atentados perpetrados en Casablanca en mayo del 2003. Además, han podido mantener contactos con Imad Eddhin Barakat, Abu Dahdah, jefe de la célula española de Al Qaeda, que fue desarticulada en el 2001.

Las fuentes consultadas en Madrid y Marruecos han adelantado que los detenidos están vinculados con Salaheddin Benyaich, que fue muyahid (combatiente árabe) en Bosnia y está detenido en Marruecos por los ataques de Casablanca. Su hermano, Abdelaziz, está arrestado en España. Ambos están acusados de pertenecer al Grupo Islámico de Combatientes Marroquís. Además, han sido procesados por el juez Baltasar Garzón en el auto que dictó contra los responsables de la célula española de Al Qaeda y el responsable de esa organización Osama bin Laden.

Los atentados en Casablanca se perpetraron el 16 de mayo del 2003 en la Casa de España, un centro y un cementerio judíos y un hotel. En esas acciones perdieron la vida 45 personas, entre ellas cuatro españoles. Fuentes policiales atribuyen esas actuaciones a la corriente ideológicamente conocida como la Salafia Yihadía, la corriente más ultraradical del islamismo.

En Marruecos, el grupo terrorista que sustenta a esa corriente es el Grupo Islámico de Combatientes Marroquís (GICM), una organización salafí.

AFGANISTAN Este grupo fue creado en Afganistán en 1998, y su líder es Mohamed Garbuzi, un marroquí del que se asegura que reside en Londres. Sus miembros son en su mayoría afganos marroquís, es decir, marroquís que o bien combatieron en Afganistán contra los soviéticos o bien durante los años 90 recibieron entrenamiento en los campos que la red Al Qaeda tenía en ese país.

Responsables del ministerio de Interior marroquí llegan hoy a Madrid para cooperar en las labores de identificación de los detenidos, según informó ayer el ministro de Comunicación, Nabil Benabdellah.