Los 30 millones de dólares (26,55 millones de euros) que EEUU ofreció por la captura o muerte de los dos hijos de Sadam Husein, Udai y Qusai, serán abonados, según confirmó ayer en Mosul (Irak) el teniente general Ricardo Sánchez. "Probablemente se hará" el pago, dijo, sin referirse al informante que condujo a las fuerzas estadounidenses a atacar la mansión de Mosul donde se encontraban los hijos del dictador. Esta persona, cuya identidad no se conoce, se personó el lunes por la noche ante las fuerzas de Estados Unidos para informarles de que varios miembros de la cúpula del desaparecido Sadam podrían encontrarse en la mansión atacada.

La muerte de Udai y Qusai supone un balón de oxígeno muy oportuno para George Bush y, sobre todo, para el primer ministro británico, Tony Blair, porque distrae la atención del profundo escándalo en que ambos están sumidos, sobre si exageraron o distorsionaron información para justificar la guerra. La desaparición de los hijos de Sadam podría contribuir a minar las posiciones de los leales al régimen.

De los 55 miembros de la cúpula de Sadam que figuran en la baraja de cartas del Pentágono, ya han caído 34. La muerte de Udai y Qusai, números 2 y 3 de esa baraja, fue celebrada por las bolsas. Wall Street cerró con una subida de 61,76 puntos. El petróleo evolucionó en positivo, ya que su precio cayó 1,59 dólares para situarse en 30,19 dólares por barril.