Parece ser que hoy Javier de la Rosa testificará en los Juzgados, sobre la veracidad, o no, de las cuentas que tiene en Suiza el que otrora fué "Honorable", que ya ha dejado de serlo por estirar, presuntamente, más el brazo económico que la manga.

Ante esta testificación, según De la Rosa, éste se ha visto seriamente amenazado por el entrono de los Pujoles, hasta tal punto que si tiene que volver a declarar, no se ratificará por miedo, según sus palabras. En primera comparecencia, un diario de tirada nacional tiene en su poder las declaraciones íntegras de De la Rosa.

El banquero suizo Lombard tiene noticias, por parte de De la Rosa, que Pujol tiene interés en abrir "alguna cuenta" en esos bancos. Lo contado por De la Rosa es el cenagoso mundo de las comisiones millonarias, ya que se habla de grandes cantidades en efectivo (ciento de millones de pesetas) y cheques al portador del Banco de España. De la Rosa comentó a la Policía Judicial, que ese dinero provenía de la venta a la Generalidad del edificio del Gran Tibidabo. Luis Prenafeta, que era el secretario general de la Generalidad, le pidió, al financiero, la comisión pertinente. De la Rosa no se fiaba de él y Pujol le dice que se lo de a él como parte de la comisión del proyecto hoy denominado Port Aventura. Estos dos se citan en el lujoso café Moroni de Barcelona, en la calle Dr. Fleming, y al fondo, sentado en los sillones, los dos hicieron sus negocios. Esto, y más, dice De la Rosa.

Cuando el caso Tibidabo, ningún juez quiso investigar el caso, y las lanzas se le volvieron cuchillos y De la Rosa terminó en la cárcel, como es sabido, por el caso Kio. De la Rosa quedó como un trapo, y Pujol como el salvador de Cataluña. Cuando se ha sabido lo de las cuentas en Suiza, Pujol le echó la culpa a De la Rosa, por haberse ido de la lengua, y la Policía Judicial dice que De la Rosa es lo que confirmó.

A partir de ahí empezaron las amenazas. El 29/11, De la Rosa, las denuncia ante la Policía Judicial de Madrid. De la Rosa dice que le amenazan antiguos abogados suyos para que no diga determinados nombres vinculados a las finanzas en el extranjero de Pujol y Más. Alguno de los nombres que cita son: Carlos Vilarrubí, que era chófer de Pujol y terminó como vicepresidente del Barcelona y socio de Jorge Pujol hijo, amén de otros cargos en radiotelevisión catalana y en Loterías de Cataluña. Otro nombre que no se ha de mencionar es Carlos Sumarroca, gran empresario que ha efectuado muchas obras de construcción civil y promotor de la compra de Spanair.

Otro es Felipe Massot, propietario de la inmobiliaria Vertix, importante en los grandes contratos del Ayuntamiento de Barcelona. Si suelta alguno de estos nombres, se le ha amenazado, según De la Rosa, con denunciarle y que el caso lo llevaría la juez Elisabet Xastelló, con una animadveersión hacia De la Rosa, así lo afirma el propio De la Rosa en la declaración que obra en poder de un diario de tirada nacional. Esto es, someramente, lo contado por dicho diario y resumido aquí.