El escritor pacense Miguel Ángel Carmona vuelve a la carga con una novela social, comprometida y crítica con el papel de la Iglesia del siglo XXI

Estará acompañado por el también escritor Agustín Lozano de la Cruz, y por el trío pacense Mustard, compuesto por dos violines y una guitarra, que interpretará canciones populares irlandesas, celtas y judías.

En La dignidad dormida, Carmona explora la condición humana y su capacidad para hacer frente a situaciones de crisis moral y material. “Mi intención es reivindicar el poder de los sueños como instrumento reparador de nuestra tragedia personal”, declaró el autor durante la pasada Feria del Libro de Badajoz. “Serán los antiguos habitantes de un pueblo anegado años atrás por la construcción de un pantano, ahora seco, los que luchen por reparar esa tragedia. Invitados a regresar a su pueblo a través de una misteriosa carta, algunos encuentran en esa propuesta irracional una tabla de salvación a la que agarrarse en medio de una situación de crisis extrema.

Allí los recibirá Antonio, antiguo párroco del pueblo, exsacerdote cercano a los postulados de la Teología de la Liberación, que se convertirá en la pieza clave de esa nueva comunidad, y la convertirá en un símbolo de lucha contra la resignación y la desesperanza.”, nos explican desde El Alma Descalza, sello a cargo de la publicación de la novela.

Carmona plasma en esta novela su visión del conflicto entre Catolicismo y Cristianismo, entre la religión de los valores frente a la de los dogmas y las jerarquías, obteniendo como resultado un texto que trufa con intertextos bíblicos un alegato por la justicia social, con un objetivo claro: reivindicar la importancia de los valores éticos presentes en el cristianismo, con independencia de la condición de creyente o ateo, como ejes vertebradores de la paz social perdida en los últimos años.

En palabras del propio Carmona, "la generosidad, la humildad, la solidaridad, son valores patrimonio de la Humanidad, no de la Iglesia Católica. Nos educaron en estos valores, y en nuestro caso lo hicieron en el marco de la tradición judeo-cristiana. Comprender el origen de nuestra moral y defenderlo frente a aquellos que tratan de apropiárselo nos ayudaría a mejorar nuestras relaciones sociales y a acercarnos a nuestro ideal de felicidad. La doctrina católica actual está en las antípodas de Jesús, fuera este hombre o Dios".