Desde que tengo uso de razón nuestros políticos aprueban y derogan leyes sobre educación. Cambian contenidos, redefinen las etapas educativas, modifican las pruebas de acceso a la universidad...

En mi opinión no se trata realmente de reformas educativas serias sino de meros formalismos. Desde el punto de vista de uno de los problemas más graves que sufre nuestro país, el paro, me doy cuenta que la sociedad española demanda una profunda reforma de los estudios universitarios. Una reforma que garantice que nuestro país forma a todos los profesionales que nuestra sociedad necesita. ¿Por qué invertir cada año en la formación de miles de ingenieros que no podrán encontrar trabajo en nuestro país y tendrán que buscarlo fuera de España?

Señores políticos, desde esta carta sólo les pido una pequeña reflexión: ¿por qué es tan fácil encontrar en España un ingeniero en paro y tan difícil encontrar un buen fontanero?