Si alguna vez observa al atardecer o al amanecer una brillantísima estrella que no parpadea y avanza con velocidad posiblemente tenga delante la mayor estructura colocada por el hombre en el espacio: la Estación Espacial Internacional o ISS. No hacen falta prismáticos. El complejo orbital ya compite con Venus como el segundo objeto más brillante del firmamento, pero ahora superará a su rival gracias al despliegue de la última batería de paneles solares.