¿Qué es lo primero que hace cada día cuando entra en su cocina?

Desayunar (ríe). Es lo primero que hago. Y después, me organizo. Nos reunimos todo el equipo y vemos el trabajo que tenemos ese día. Desde las reservas que hay, los turnos y temas de personal. Y luego hay que ponerse a cocinar, claro.

 ¿Cuál es el ingrediente que no puede faltar en su cocina?

El pimentón de La Vera y el aceite de oliva. Son dos ingredientes que no podría vivir sin ellos.

 ¿Cree que la carta es la Biblia de un restaurante?

Este es un sitio peculiar. La gente de fuera de Extremadura busca cosas típicas de aquí. Y la gente de Extremadura busca cosas de fuera. La carta va en esa línea. De combinar ambas cosas. Hay cocina tradicional y cocina moderna puesta al día. Hay un poco de todo. La carta de dentro es más sofisticada. La de la tapería es más moderna, pero siempre sin perder las cosas que hemos tenido toda la vida. Tenemos lo de ayer y lo de hoy. Hacemos mezcla porque viene gente joven que viene a comer pizzas o hamburguesas que elaboramos aquí. Hacemos comida de calidad y tenemos absolutamente de todo.

 Con estas presentaciones y emplatados, ¿piensa que cada vez comemos más con los ojos?

Totalmente. Es algo que cuidamos mucho: que el plato esté bonito. Pero lo primero de todo es que esté rico. Eso es para mí lo más importante. Teniendo calidad, es fácil conseguirlo.

¿Comer con prisas es enemigo del placer?

Hoy en día esto es horrible. Hoy todo el mundo viene a comer con prisas. No me extraña que la gente se muera de infartos, porque esto no es normal. Estamos en un paso de autovía de la Ruta de la Plata y entra mucha gente de viaje. Vienen siempre con prisa y no disfrutan de la comida. Hay veces que tenemos problemas en ese sentido. Intentamos hacer las cosas bien y hay gente que no entiende que debe esperar un momento. Para que las cosas estén como deben estar, hay que esperar un poco. Cada vez que viene gente que viaja, viene con mucha prisa porque piensan que es un sitio de carretera, pero es un lugar de calidad en el que hay que cumplir unos tiempos.

 ¿Platos de cuchara o de tenedor?

Depende de la estacionalidad. Con el frío toca más la cuchara y en verano toca otro tipo de cosas más fresquitas como gazpacho o salmorejo. No es un restaurante al uso. Aquí funcionan más las cosas para compartir. La cuchara es más individual y tenemos opciones para tomarlas así, pero no es de lo que más se vende.

 ¿Le gusta más hacer los platos que probarlos?

Las dos cosas. Lógicamente disfruto haciéndolos, oliendolos. Viendo el paso a paso de cada receta. Pero lo más importante es probarlo y que esté rico.

 ¿Prefiere una buena reseña por internet o que el cliente repita y vuelva al restaurante?

Que el cliente repita. Sin duda. Las reseñas y yo nos llevamos muy mal. Tengo conocidos que tienen restaurantes y piensan un poco lo mismo. Es algo que no tiene filtro. Cada uno pone lo que quiere sin saber. Opinan y dicen cosas que no son verdad. Lógicamente, para algunas cosas viene bien. Tenemos que aprender a convivir con ello.