EL PINCHO MORUNO

Han vuelto Los Morancos (El retorno de Omaíta , TVE-1). Sale Jorge Cadaval vestido de caballero legionario. Una mata de perejil, descomunal, se le derrama por el pecho desde el bolsillo superior de la camisa. Nos cuenta la batalla del pedrusco. O sea, en qué consistió la acción bélica para recobrar la españolidad de la isla. Dice: "Con perejil, ajo y mortero hicimos un sofrito para el pinchito moruno ". Es un tipo de gag que no nos provoca risa. Está en la línea de aquella frase tan inhumana que algunos guerrilleros fachas repiten cuando dicen lo que hay que hacer con los emigrantes magrebís: "¡Una moriscada!". Triste humor el que impulsa TVE-1. En otro momento del programa se ponen a ver la tele y resulta que se ve gris, sin color, sin brillo. Dice la Antonia, fastidiada: "Le falta sangre". Y saca de la nevera una bolsa de plasma y hemoglobina, y le hace una transfusión al aparato allí mismo. Ese gag está mejor.

Han ganado. -- En El guiñol (C+) nos dispensan otro humor distinto. El jueves salió el bendito Michael Robinson la mar de desconcertado. No entendía nada. Exclamaba, mirando al infinito: "¡Gran misterio sin resolver! Resulta que España no estaba en guerra, pero ahora el Gobierno dice que ha ganado". Es magia pura: meten bombas en una chistera, la lanzan contra Irak y al caer al suelo, en lugar de sangre y de dolor, pretenden que veamos humanismo y ayuda. Son unos ilusionistas de primera. Ayer, en un descampado iraquí, un camión repartía paquetes de ayuda. Los bultos iban pintados con la bandera española. Poco después nos enseñaron otro vehículo. Ese, en lugar de repartir, recogía. Recogió el cuerpo sin vida del periodista José Couso, cámara de Tele 5. Iba metido en una bolsa amarilla.