Son Yoli y Ana, unas amigas cuya vida transcurre apaciblemente en un pueblo hasta que otra de ellas, Macarena (Irene Arcos) se acuesta con un menor y este, tras un intento de suicido, acaba siendo asesinado. Y para ocultar quién es el asesino, todos mienten. Algunos, porque creen que ha sido su hijo. Porque, ¿hasta dónde llegaría un padre o una madre por protegerlo? Eva Santolaria (Barcelona, 1975), actriz de 'Compañeros' y 'Cites', y Natalia Verbeke ( Buenos Aires, Argentina, 1975), de 'El nudo' y 'Ana Tramel. 'El juego', quienes les dan vida en 'Todos mienten' (Movistar Plus+), lo tienen claro. Y conversan con El Periódico- de Cataluña, de Prensa Ibérica, sobre sus personajes y su relación con la mentira.

Eva, a Yoli, su personaje, le cuesta mucho mentir. Pero tiene algo que esconder y eso le genera debates internos.

Eva Santolaria (E. S.): Desde la primera temporada ves que la lía un poco, pero no lo hace desde el cotilleo, sino porque cree que es lo correcto. Entonces, como ve lo que ve, lo correcto es ir a contarlo. Pero se le plantean los dilemas de: ¿y si fueran tus hijos?¿tú qué hubieras hecho? Es la primera vez que hace algo diferente a lo que cree correcto. Es la primera ficha que cae y esa acción genera que las otras vayan cayendo y la bola se vaya haciendo cada vez mayor. Es lo que pasa en la vida. 

Esto es lo que se plantea en esta temporada: hacer lo que sea por proteger a los hijos.  

E. S.: ¿Qué es lo correcto? ¿Qué significa proteger a los hijos? Porque el instinto natural es proteger. Pero … 

Natalia Verbeke (N. V.): Si es hijo de otros, empieza la objetividad de qué estaría bien y qué estaría mal. Pero cuando te toca a ti, hay una cosa animal de protección donde la moralidad y la ética desaparecen, porque lo que quieres es cuidar y proteger ante todo. 

E. S.: Y cuando te han arrebatado a un hijo, lo que te sale es el instinto animal. No se puede reaccionar así, pero haces lo que sea. 

Natalia, Ana en este en esta temporada sufre mucho, está desesperada, perdida. Solo le salva que tendrá un nieto de Iván, su hijo asesinado.

N. V.: Lo que la mantiene viva es que renazca en ese nieto. Es su motor para seguir viviendo. Y como hay una oportunidad de recuperarle con la criatura que va a venir, hará lo que haga falta. 

Una comprende en parte a Ana Obregón.

Ambas: Precisamente lo habíamos comentado.

Velar por esa criatura hace que confíe en Macarena, su madre. 

N. V.: En la primera temporada es una mujer que no se atreve a llevarle la contraria a su marido. Todas las decisiones las toma él, pero en esta vemos a una Ana que es como un caballo desbocado, que no hay quien controle, que se mueve solo por entrañas, por instinto y que toma decisiones, equivocadas o no, pero ya nadie las toma por ella. Va donde su su corazón le dicta que debe ir. Se convierte en un animal. Y debe salvar a Macarena por su nieto. Una mujer embarazada de tu hijo muerto no puede abortar. 

Duele verla sufrir así.

E.S.: A veces hay esta especie de superexigencia de que, como tienes otros hijos, no hay tiempo para que estés mal… 

N. V.: Pero solo han pasado cuatro días. No puede racionalizar lo que necesitaría años y terapia para llegar a comprender. 

E. S.: Es importante que el dolor, las decisiones equivocadas, la no perfección se puedan manifestar. Porque tengo la sensación de que a veces no es agradable ver el sufrimiento, que molesta. Y al ponerlo en primer término vemos que sufre y se equivoca y dice cosas incoherentes. Y eso está bien, porque la vida es así. Deberíamos dejar de parecer que no sufrimos, de estar perfectos. 

"Si un hijo comete un suicidio, lo que una madre se plantea es cómo no he podido verlo", Natalia Verbeke, Ana en 'Todos mienten'

Antes de ser asesinado, el chico intentó suicidarse. Y eso a una madre le hace sentir culpable.

N. V.: Sí, porque si un hijo comete un suicidio, lo que se plantea es cómo no he podido verlo, yo no estaba ahí, lo podría haber evitado, por qué no le he escuchado lo suficiente... E Iván lo había intententado. Esta madre siente la culpabilidad de no haberlo salvado. Y ahora tiene la posibilidad de hacerlo. 

Eva, en la temporada pasada Yoli visitó al chico tras intentar matarse y le cuenta su sufrimiento en la adolescencia en aquel magnífico monólogo. 

E. S.: Va a hablar con Iván porque sabe cómo se siente. Son dos relatos diferentes de lo que es un abuso 'no violento'. Iván no se siente que hayan abusado de él. Al contrario, está encantado con Macarena. Se hubiera ido con ella. Y la Yolanda adolescente estaba fascinada por el padre de Macarena. Pero es que hay época de la vida muy delicada, que es la adolescencia, en la que hay que tener mucho cuidado, porque lo que a lo que un adulto no le parece tan grave para ellos puede ser un mundo. Y estos intentos de suicidio, este dolor máximo en el que solo encuentras salida en acabar con tu vida, es un poco lo que la serie quiere explicar. No es necesario ir a la violación violenta consumada. 

La estructura narrativa es muy compleja, con saltos de tiempo, giros de guion. ¿Es complicado a la hora de grabar?

N. V.: Sí, porque hay que tener muy claro dónde estás. Pero ahí hay mucha ayuda de Pau (Freixas, el director), que lo tiene clarísimo. Y la 'script', que es quien lleva la continuidad. Mi gran dificultad en la serie fue que Ana empieza muy arriba. Por eso me cogí de la mano del director. 

Es que la serie es muy intensa.

N. V.: Y muy divertida también. Como la vida. Me ha pasado en un entierro que me dé la risa. Porque la vida es eso, se mezcla el drama, la tragedia y la risa.

E.S.: Al escribir el guion, en un 'thriller' hay cosas que sabes que no pasarán, porque si no se acabaría la serie. Hay giros como que no… Pero aquí era ¿y si? Era todo muy absurdo. Y cuando ves que los actores lo defienden… es una maravilla. 

"Tengo la sensación de que a veces no es agradable ver el sufrimiento, que molesta", Eva Santolaria, Yoli en 'Todos mienten'

¿Qué relación tienen ustedes con la mentira? 

N. V.: Yo creo que mentimos constantemente. A mí con la edad cada vez me gusta menos mentir, porque la consecuencia es mala siempre. Lo que pasa es que por no herir al otro, hay mentiras que son necesarias. Si voy a una obra de teatro y no me ha gustado nada, ¿qué necesidad tengo de decírselo a mi compañera? ¿Estoy mintiendo? Pues sí, pero saco lo positivo, porque entiendo todo el esfuerzo que hay detrás. A veces no es necesario decir la verdad, si puedes herir o no aporta nada. Lo que no me gusta son estas mentiras para salvar tu culo. Ni esa gente que dice: yo voy con la verdad por delante. Sinceramente, no me hace falta. 

E. S.: Yo intento no ser falsa y prefiero callar. Intento ser bastante coherente con mi vida y lo más honesta posible con lo que hago, con lo que digo, con las relaciones que tengo. Pero con la serie me di cuenta de que no lo eres al 100%, porque ¿a ti te dices la verdad todo el tiempo? No somos honestos al 100%. 

N. V.: Es que no podríamos sobrevivir. 

E. S. : Claro. A medida que te haces mayor mientes más, porque tienes más que perder. Yo miento más por mis hijos. ¿Dices siempre lo que piensas en el chat de padres? Pues no, claro. ¿Y en una reunión de amigos, en lo que siempre eres más amigo de uno de la pareja, qué pasa si te cuenta que ha tenido un rollo? ¿Vas al otro y se lo dices?

N. V.: Te callas, obviamente. E igual no te gusta la persona con la que se lía tu amiga. Hay cosas que no. 

E.S.: Y en el trabajo, ¿tú levantas la mano y dices…? No. 

N. V. : Por supervivencia. 

E. S.: Es lo que se ve en la serie: por instinto te sale mentir. Por supervivencia. Y a veces no somos conscientes. Si revisas la serie desde el principio, con una verdad…. 

N. V.: ...se habría parado todo. 

E. S.: Pero se forma una bola. Una mentira lleva a otra.