TSteñor alcalde de Cáceres:

Quería yo felicitarle en mi carta de esta semana, don José María , por la limpieza que en estos días se ha realizado del pavimento de la calle Pintores, cuando me crucé con alguien que me pidió le escribiera una carta para pedirle que sea usted prudente con lo de liderar el cambio del espacio de Foro Sur en la Preciosa Sangre, por el establecimiento de un posible museo de imágenes y otros enseres de la Semana Santa.

Usted que es un alcalde prudente y con larga experiencia política, debería meditar estas cosas que pueden generar enfrentamientos y que en el fondo vienen a confirmar ese refrán que viene al pelo en este caso: desvestir a un santo para vestir otro . Yo entiendo que el joven concejal Castellano va aprendiendo de sus múltiples errores de gestión. Lo entiendo pero no comparto el tema, ya que está aprendiendo con dineros públicos y eso no está ni medio bien. A su quita y pon de kioscos, construcción de tiendas de flores, comienzo de obras que hay que detener por falta de previsión y anuncios múltiples de entelequias, nos vamos acostumbrando. Como no son asuntos de especial relevancia, se los vamos pasando aunque la inversión del dinero europeo no lo está llevando ni medio bien.

El haberle visto, don José María, acompañado por él en su reunión episcopal, y que a partir de ahí, se empiece a hablar del museo penitencial de unos pocos, asunto que puede poner en peligro una muestra de arte para todos, símbolo cultural en Extremadura y el resto de España y una de las actividades señeras en el camino hacia la Capitalidad Cultural Europea, es asunto que nos preocupa. Para mí y para muchos ciudadanos las cosas de Castellano tienen un significado y un nivel --por sus hechos los conoceréis -- pero si está acompañado del alcalde, los niveles y los significados son otros.

Cuide usted lo que tenemos, y si puede hacer algo más, adelante, pero sin cargarse temas tan importantes para la ciudad como es la cita anual de Foro Sur. En la ciudad caben muchas cosas, cada una en su sitio.

Hay espacio para todo y para todos. No se deje llevar por caprichos impulsivos ni quiera justificar una ayuda a la iglesia o a quien sea, modificando usos y utilidades. Otro día le hablaré del catafalco a El Redoble que espero retiren y modifiquen, como hicieron con el kiosco, incluida la lápida-placa, tan pobremente redactada como pobre ha sido la realización de los dos tristes muñecos que en nada se parecen a una alegre pareja de cacereños bailando nuestra jota. Con mi aprecio, atentamente.

*Periodista