TEtl 14 de mayo se han cumplido 100 años del nacimiento de Vicente Enrique y Tarancón , cardenal de la Iglesia romana y figura clave de la Iglesia española --y, por tanto, de la historia de España-- durante el siglo XX. Nacido en Burriana, en una familia de labradores, fue ordenado en 1929 y promovido al episcopado en 1945. Listo y sensible a su entorno, fue muy apreciado en el Vaticano de Pablo VI por su espíritu independiente ante el poder político y por su postura crítica ante los integristas. Al morir Franco , era arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal. Su aportación fue decisiva para que los católicos y el clero aceptasen la transición. Creía obligado que una Iglesia que "había apoyado al régimen de los vencedores en la guerra civil, ayudara al pueblo en su evolución y proclamara la reconciliación entre los españoles". Fue esencial, a tal efecto, su convicción --defendida contra viento y marea-- de que la Iglesia no debía apoyar opción política alguna. Sentado este principio, los católicos podían estar donde quisieran, y no solo en la Democracia Cristiana. En consecuencia, como ha recordado Santiago Carrillo , "en todos los partidos había un sector católico, incluso en el PCE, donde lo lideraba Alfonso Comín ". Esa decisión de dar libertad a los fieles le enfrentó con los obispos que más tarde, ante el referendo constitucional, difundieron pastorales en sus diócesis pidiendo el no. Lo contrario a lo que hizo Tarancón, quien solicitó el sí con fundadas razones. Ahora todo parece fácil. En especial, a quienes gustan de denigrar la transición, minimizando su empeño y relativizando su alcance. Pero en aquellos azarosos días, cuando nada estaba ganado, hacía falta ánimo grande para acometer una tarea tan dura e incierta como la instauración de la democracia en un país cainita como España. Tarancón fue uno de los artífices del milagro, al haber hecho posible que, antes de iniciarse la transición política, se hubiese consumado la eclesiástica, refrendada --en septiembre de 1971-- por la Asamblea conjunta de obispos y sacerdotes. A Tarancón, lo que es de Tarancón.