Pareciera que las autonomías se hubiesen enfrascado en una encarnizada lucha contra el fracaso escolar, algo que de no ser por los métodos sería loable. En Andalucía pretenden pagar 7.000 euros al docente que se comprometa a reducir el fracaso escolar, en Extremadura aproximadamente 1.800 por tres meses a cambio de horas de refuerzo (aparte de los 300 durante todo el año a los voluntarios). En Extremadura al menos no han tenido el descaro de decirlo tan claro aunque en ambas comunidades autónomas la condición necesaria e indispensable es que el alumno reciba el consiguiente aprobado. Aquel que no se comprometa no recibirá un duro. Excepto para nuestro presidente del Gobierno, todos los indicadores sobre educación deberían ponernos los pelos de punta.

¿Qué trabajador se opone a que le suban el sueldo casi el 35%? Pues los docentes, esos funcionarios maltratados por sus administraciones, desvalorados, acusados y señalados por la sociedad, los que cuidan de nuestros hijos cada vez más tiempo, aquellos a los que se les quiere colgar el sambenito de los culpables del estado actual de la Educación.

Los docentes son ante todo docentes y la inmensa mayoría están comprometidos con su labor educadora, quieren que sus alumnos aprendan, quieren formar para el futuro y quieren acostarse con la conciencia tranquila. Esa sociedad que sólo quiere pensar en las vacaciones del docente debería sentirse orgullosa de los profesionales que atienden a sus hijos y saber que antes están los alumnos que el dinero. ¿Por qué no quieren los docentes la medida? Porque la medida degrada la educación, porque es un chantaje al trabajador, porque es comprar la educación y la educación no se compra, se consigue a base de esfuerzo de constancia y de sacrificio. Para qué quieren nuestros alumnos obtener el título de graduado si no saben leer o escribir y para qué quiere el docente enseñar si lo que se le va a pedir es actuar como cualquier administrativo, firmando libros de escolaridad y certificando la gran mentira de la educación?

Tanto Andalucía como Extremadura se equivocan, con la educación y con los docentes, la educación no se compra y baste este ejemplo de dignidad que están demostrando los docentes como lección magistral. Baje las ratios, contrate más docentes, mejore las condiciones laborales de los docentes, pero por favor no intente comprar lo único que nos queda, nuestra dignidad.

*Responsable de acción sindical ycomunicación de Anpe en Cáceres