Desde diferentes ámbitos empresariales y económicos, se están lanzando propuestas a la opinión pública encaminadas a adelgazar los derechos de los trabajadores. Todo ello con el pretexto de que estas propuestas ayudarían a aumentar el empleo y a salir de la crisis. Estas propuestas se centran, principalmente, en el abaratamiento del despido, ajuste de salarios, eliminación de la cláusula de revisión salarial en los convenios y poder tramitar de urgencia los EREs sin la autorización previa de la administración.

Con estas propuestas nos están recordando que los trabajadores con derechos laborales, medianamente decentes, son obstáculo para la recuperación económica, y que solamente el trabajo precario animaría a los empresarios a contratar sin reservas y a crear riqueza.

No sé ustedes, pero yo, en estas propuestas, no veo voluntad de solucionar la crisis, sino de aprovecharse de ella. Algunos no quieren enterarse de que, de seguir por el camino que hace tiempo se comenzó, haciendo a unos muy ricos y a otros extremadamente pobres, no se hará sino crear un mundo más injusto, mas inseguro e inviable económicamente.

Y no se trata tan solo de justicia social o caridad, pues si lo que realmente deseamos es un sistema económico que busque mayor equilibrio social y un crecimiento económico prolongado, sólo lo conseguiremos haciendo un reparto más justo de la riqueza.

Si promovemos los contratos indefinidos y con derechos, tendremos trabajadores más confiados y motivados para producir y consumir. Si promovemos los contratos precarios, tendremos consumidores precarios.

Pedro Serrano Martínez **

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