TStí quiero"... Así comienzan las grandes historias de amor, prometiendo fidelidad y eternidad mientras se ve la vida pasar alrededor de un cúmulo de circunstancias que nos vapulean como el viento golpea las hojas suspendidas entre los árboles. "Sí quiero" amarte cada día de mi vida, "sí quiero" regalarte besos cada día de mi vida, "sí quiero" amanecer contigo cada día" y así una retahíla infinita de "sí quiero" hasta prometer y comprometer tu destino. Pero llega de repente un día la enfermedad, la miseria, la factura del agua, la luz y el ADSL. Llegan los días del hambre. Los días incomprensibles en que se dispara el número de millonarios al ritmo que se dispara el número de pobres.

España es así, juguetona ella, divisible eternamente por dos. Dos estados dos: los malos y los buenos, los de derechas y los de izquierdas, los rojos y los azules, los del norte y los del sur, los de Cáceres y los de Badajoz, los del PP y los del PSOE, los gordos y los flacos, los de mi bando o los del otro-y ahora de tanto ser siempre dos, España se ha zampado a su clase media; se la han comido los tiburones a base de mordidas e impuestos. Adiós clase media, adiós al "si quiero" de todas las bodas.

Mientras España se da el gran festín devorando a su clase media, los estadistas alertan sobre una pandemia que ya ha echado raíces en parques y jardines: la pobreza. Una amenaza de tsunami que invade nuestras costas. Una oleada de zombis en estado paupérrimo surca las orillas de un paraíso otrora llamado "estado del bienestar". Van sin remedio hacia la pobreza. Ese lugar del que difícilmente regresa uno intacto, con los huesos en su sitio.

Y me viene a la mente como un tornado la frase del excelso Botín "está llegando dinero por todas partes", la repito como un mantra por si acaso hace el mismo efecto que los deseos que se desean con mucho deseo. "Sí quiero". Pero alrededor no llueven más que migajas de unos grandes almacenes que visto lo visto ha decidido tirar los precios por el suelo y me agacho a ver si pillo alguno. Botín dice misa en sus ratos libres mientras los curas reparten pan y caridad. Es esta España que siempre fueron dos, el poder económico y la iglesia. El cuerpo y el espíritu. Lo humano y lo divino... Así en el cielo como en la tierra... Dicen los números que la clase media española se ha ido a hacer "puñetas" y que los ricos son cada más y más ambiciosamente ricos. Palabra de Botín. Amén.

XSUGIEROx al PP que contrate a Don Emilio como jefe supremo para la inminente campaña electoral y al PSOE le propongo, ahora que se ha desecho de la Fundación Ideas y ha lanzado al paro a su femen Amy Martín , que tire de Felipe González , un tótem sobre el que chorrean perlas auténticas. Sería buena idea que Rajoy , se rodeara de personas que han forjado un patrimonio para alumbrar esta travesía a dos velas... ¿Pero de verdad piensa alguien que un rico caerá en la tentación de compartir su fórmula? Ale ale, despierten, dejen de soñar y hagan cola que llegan tarde al reparto de comida.

No todo está perdido, nos quedan políticos como algunos líderes autonómicos que parecen recién salidos de la Escuela de los Cínicos... ehhh??? Tranquilidad que fueron buenos chicos los cínicos; su filosofía consistía en renunciar a los bienes de la vida, renunciaban a sus riquezas para adoptar una forma de vida de pobreza filosófica sus miembros se reclutaron entre las filas de los desterrados e impartían una doctrina social filantrópica; para los Cínicos, el hombre libre era igual al esclavo, el pobre igual al rico, parecían estar movidos por un odio social a las discriminaciones de clase, por ello los Cínicos se han puesto de moda, se expanden en política como una plaga. Sí, los Cínicos ha llegado a las Autonomías para quedarse, abogan porque A sea igual a B, sin distinción. Pero hete aquí que la teoría política de Los Cínicos, resultó utópica y responsabilizaron a su fundador, Antístene de haber bosquejado una especie de comunismo idealizado.

Hagan ustedes libremente todo tipo de interpretaciones pero desde luego muy "epicúreos" no son estos que ahora nos gobiernan, ni "platónicos" tampoco. Son "cínicos" de la Escuela de Los Cínicos de toda la vida de Dios... hijastros de Diógenes vaya. O sea que como nos quieren igualar en el nihilismo vamos cuesta abajo y en paralelo, por un raíl los ricos por el otro los pobres... jamás nos encontraremos en un punto del camino. Es lo malo de dos líneas paralelas que cada una va a lo suyo. Nos queda la esperanza del "si quiero" amarte, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, por encima de cualquier factura impagada, todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe.

*La autora es periodista