El actual presidente del Gobierno de Extremadura aspira a seguir siéndolo durante otros cuatro años --no más nos asegura--, y para convencer a los extremeños de que es un candidato fetén, ha puesto en marcha una mediática campaña electoral al más puro estilo norteamericano que ya la quisiera para sí un senador de Illinois o de Texas.

Monago haciendo footing por el campo extremeño, emulando a Rocky Balboa para ganar por K.O. a sus rivales; y ya de paso para animar a los extremeños panzudos a que se levanten del sofá y el día 24 introduzcan en la urna la papeleta de la gaviota alzando el vuelo.

Monago en el gimnasio, subido a una ciclostátic, simulando que gana la vuelta electoral a Extremadura al sprint, ayudado por varios políticos que forman el equipo PP, quienes pedalean a su lado escoltándole. Esto para trasmitir a los extremeños su particular compromiso con el esfuerzo para cumplir con su eslogan: trabajar, hacer y crecer.

Monago en plan retro, conduciendo por la calles de Mérida un Citroën 2 CV descapotado, sacando el brazo remangado por la ventanilla para saludar a los viandantes, intentando que estos vean que es un hombre que aprecia tanto lo nuevo como lo antiguo; y piensa tanto en los jóvenes como en los viejos.

Monago echando sus chascarrillos con una pareja de ancianos de Malpartida de Cáceres en la puerta de su casa, para que todos los mayores de todos los pueblos sepan que a hombre campechano preocupado por los pensionistas no le gana nadie.

Monago echando el bracete por el cuello a la escultura de un burro en Villanueva de la Serena, para ganarse el voto de los amigos de los animales.

Monago y su rap. Monago, su Paco y su Curro. Monago aquí y Monago allá.

El actual presidente del Gobex no ha escatimado sonrisas, muecas, gestos, poses, saludos y guiños, oportunamente plasmados en fotografías, vídeos o canciones, para garantizar esa omnipresencia que tanto ayuda a los políticos a ganarse al electorado. Sin embargo, me pregunto si ese exceso de presencia en sus muy variadas versiones no estará empachando a los votantes.