Una semana más el foco mediático ha estado puesto en la situación del PSOE. La casa de los líos ha sumado un capítulo más donde nos han mostrado directamente la existencia de bandos y de bandas, los que son y los que eran, aunque parte de los que eran ahora sean los que son en función del sol que más calienta, y los que son no sepan si son o no en función de lo que determine uno de los dos comités reunidos en el día de hoy, y cuyos integrantes no se reconocen legitimidad los unos a los otros.

Respeto absoluto a las cuestiones internas, pero el PSOE salta por los aires cuando más necesario es para España. La gobernabilidad está por delante de cualquier cuestión partidista, y por delante de personas y proyectos cuando se comparte una idea de país, como lo ha hecho el PSOE hasta el juego «zapateril» con el nacionalismo y su posterior podemización, de donde le vienen los problemas. Problemas agravados cuando el proyecto político cambia de rumbo según las luchas de poder. Todos recordarán que la postura para la sesión de investidura la marcó el Comité Federal del PSOE, y que por unanimidad decidieron votar NO a Rajoy y NO al PP. No era de extrañar cuando votaban líderes como Fernández Vara, acostumbrado en la pasada legislatura a ofrecer las consejerías a IU en la misma noche electoral de la derrota, a votar no a Monago, no a los cuatro presupuestos y a presentar incluso una moción de censura. Lo que sí es de extrañar es que sea uno de los que ahora se pasea por los platós dando lecciones de justamente lo contrario a su ejemplo.

Esa falta de coherencia y de unidad es la que a los ciudadanos les hace desconfiar de un partido que no tiene proyecto y que prefiere reunirse para ver quién se queda con el poder a reunirse para afrontar la situación de nuestro país (desafío soberanista, crecimiento económico, pérdida de inversiones, de fondos europeos, etcétera) por el bloqueo institucional. Y mientras los extremeños esperamos que Vara se baje de los platós para que les resuelva los problemas de los hospitales cerrados en días laborables, para que aumente las camas sociosanitarias, incremente las plantillas, no recorte en la educación concertada, las ayudas a víctimas de violencia de género, en infraestructuras, etcétera.

Ser o no ser como país es lo que realmente nos jugamos todos, mientras ellos lo hacen al ser o no ser como partido mientras seguimos sin resolver lo importante. Vuelva usted mañana, que diría Mariano José de Larra. H

* Diseñadora gráfica y diputada del PP