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Política pop

Gema Cortés

Toda la culpa no es del tren

Los extremeños llevamos varios sobresaltos. La última ha sido una semana negra para nuestra región.

Convertidos en los campeones nacionales del paro, en los triunfadores indiscutibles del déficit y también en los vencidos en la carrera del crecimiento, los extremeños hoy nos vemos más lejos de transformar nuestra legítima aspiración a converger en una realidad tangible.

Sin embargo, parece que todos esos golpes estadísticos, según el gobierno de Fernández Vara, están inexorablemente ligados a la falta de un tren digno. Bandera reivindicativa que, dicho sea de paso, enarbolamos todos los extremeños desde hace años, pero que de repente parece que ha quedado convertida en cortina. Una cortina de humo, un pretexto reduccionista de un gobierno fallido que siempre busca culpables externos para escurrir el bulto de lo que su irresponsable gestión está provocándole a nuestra tierra.

Toda la culpa no es del tren, como parece que quiere hacernos creer el presidente de la Junta. El mismo presidente que no fue nada reivindicativo con el gobierno de Zapatero, que en ocho años no invirtió en esa infraestructura ni la mitad de lo que Rajoy ha invertido en cuatro años. Por aquel entonces, todos los problemas que ahora son cosa del tren eran cosa de la crisis. Esa conexión directa y única entre tren y capacidad generadora de empleo no es real.

Los extremeños lo necesitamos, lo reclamamos y seguiremos reclamándolo hasta que podamos subirnos en él. Pero no podemos comulgar con que sea esa la medicina perfecta para todos nuestros males y tampoco podemos permitir que esa justa reivindicación se transforme en la excusa comodín de nuestro presidente Youtuber.

Las malas cifras se combaten con políticas y con ideas. En definitiva, con una estrategia clara para Extremadura que solo puede ser impulsada por un gobierno autonómico comprometido con otra cosa que no sea solo llamar a las puertas de todos los ministerios con el cepillo por delante. Si todo depende del tren y del gobierno central, cabría preguntarse para qué queremos un gobierno regional.

* Diseñadora gráfica y

diputada del PP

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