El Parlamento Europeo ha aprobado que los plásticos de un solo uso quedarán prohibidos a partir de 2021 dentro del espacio de la Unión Europea, entendiendo que hay que tomar medidas que sirvan, al mismo tiempo, para promover y reforzar la industria del reciclaje. Así lo determinó el miércoles pasado. Las imágenes impactante de nuestros mares como estercoleros del plástico ha jugado ese papel visual determinante para la toma de esa medida, previa concienciación de gran parte de la opinión pública. En ese sentido, también se aprobó la fecha de 2029 para el reciclaje de botellas de plástico, al menos en un noventa por ciento. Como dato se indicó que la Unión Europea recicla veinticinco millones de toneladas de plástico que produce al año.

Se trata, sin duda, de un tema de calado porque detrás de estas medidas está cambiar modus y actitudes que hacen peligrar nuestros mares y un ecosistema que se deteriora a pasos agigantados. Quizá se llega algo tarde a lo que es legislar, cuando debieran ser actuaciones de la propia sociedad en favor de respetar el hábitat que todos debemos proteger. Pero la realidad es que esto de cuidar el planeta se hace a medidas de impulsos, y cuando observamos el sol calentar tanto que empieza a darnos pánico. Somos capaces de grandes gestas, y al mismo tiempo de sucumbir a este deterioro que acarrea muerte y destrucción de seres vivos y de un mar que debe ser protegido.

Los mares se han convertido en la gran escombrera de nuestro planeta, ante la inmensidad de sus fondos, que, en el hecho de que permanezcan ocultos a una visión externa, no dejan de aflorar todo tipo de material que está haciendo daños al ecosistema, y a todos los seres vivos que habitan en el mismo. Siempre se ha dicho que cuidar el planeta es alentar a una mejor vida y a unas mejores condiciones de nuestro entorno. Y todo ello tiene que conseguirse a base del consenso de todos los sujetos activos, caso de ciudadanos, gobiernos y empresas. Porque poco eficaz resultaría tener una conciencia cívica si el material con el que convivimos está constituido de una fabricación que daña el medioambiente. Por esto es importante esta medida, por lo que supone de conjurarse a favor de mejorar nuestros mares y nuestro sistema erradicando el plástico como elemento de deterioro de nuestro medioambiente. Otro de los temas a valorar tiene que ver con la salud humana, por cuanto que muchos peces y animales en esos fondos del mar ingieren parte de esa enorme cantidad de plástico y esto va al cuerpo humano. Un dato a tener en cuenta y que nos obliga, aún más, a esa lucha denodada y hacer que el hábitat marino deje de ser el basurero de nuestra civilización.

Con ser importante estas medidas, tenemos que tener en cuenta que se han de cambiar hábitos de vida capaz de conciliar ese marinaje con el medioambiente, y la protección del mismo frente a viejas costumbres que han sido dañinas y siguen siéndolo con el hábitat, con el entorno que nos soporta y nos permite vivir bajo mejores condiciones. Porque todo ello redundará en nuestra propia salud y en nuestra mejora de vida futura. Este planeta es de todos, y debe ser el pacto de futuro en el que dé garantía de buena salud a generaciones futuras. Por lo que se hace necesario un mayor compromiso entre todos los que deseamos un planeta mejor y más limpio.

*Abogada.