En marzo el repunte de los precios en la Región fue del 1,6% interanual, el más alto desde noviembre de 2018, muy por encima del dato de febrero de 0,1%, que contrasta con una inflación subyacente que desciende desde febrero de 2020 y que se situó en el 0,4% en marzo, a pesar del aumento de los precios de la vivienda, de la hostelería y del transporte, y que nos indica, que el aumento de la inflación se debe a factores «no subyacentes», como son la energía y los alimentos sin elaborar por la eliminación de las restricciones de movilidad. Por otro lado, también nos indica que las empresas extremeñas no son capaces de absorber el aumento de los costes mediante una mayor productividad. En este sentido, el coste salarial hora en la Región aumentó un 12% en el último trimestre de 2020, que forzó a las empresas a aumentar los precios para recuperar márgenes, e impidió que las empresas realizasen nuevas contrataciones, por los bajos márgenes, pudiendo ser una de las causas del aumento de la tasa de paro desde el tercer trimestre del año pasado, situándose en marzo en el 22,2%. 

Es probable que se origine un “calentamiento” de la economía regional (período de ajuste de la capacidad productiva para atender el aumento de la demanda), que continuará presionando al alza a los precios, debido principalmente a la política fiscal expansiva de la Junta de Extremadura, con un aumento del gasto en los presupuestos para 2021 del 6,4%, y de la UE, con la aplicación del Fondo de Recuperación Europeo y la más que probable prórroga de la cláusula general de salvaguardia del PEC (relajación de las normas presupuestarias), que tendrán un impacto positivo en la demanda agregada, tanto en lo relacionado con el aumento del consumo, a pesar de la aparición de nuevos impuestos medioambientales de la UE, reprimido por las medidas de bloqueo durante el estado de alarma, como por el lado de la inversión, donde los mayores precios estimularán a las empresas para elevar estas. 

Este escenario de subidas de precios es general en la zona euro, con una inflación que se situó en el 1,3% en marzo, y originada por la política monetaria expansiva del BCE (tipo de interés reducidos casi a cero, tolerancia regulatoria y compra de deuda mediante el programa de compra de emergencia pandémica), para salir de la inflación negativa, en la que estaba inmersa la zona euro desde agosto del año pasado y que terminó en el -0,3% en 2020, causada por la caída de los precios de la energía y de los servicios, al desplomarse su demanda por la pandemia, y que empeoraba el problema de exceso de deuda pública de los Estados miembros de la zona euro. 

"El coste salarial hora en la Región aumentó un 12% en el último trimestre de 2020, que forzó a las empresas a aumentar los precios para recuperar márgenes"

La consecuencia a medio plazo podría ser, por un lado, el aumento del tipo de interés por parte del BCE, que el mercado podría estar ya anticipando como se observa con la subida del tipo de interés del bono a 10 años desde el 25 de marzo (aunque parte del aumento pueda deberse a la exigencia de los inversores de una compensación por el menor rendimiento de su inversión por el aumento de los precios) y, por otro lado, el deterioro del saldo exterior de la Región al disminuir su competitividad por el aumento de los precios, aunque la apreciación del euro con respecto al dólar (el 29 de abril el cambio dólar a euro estaba a 0,83 euros en comparación con la misma fecha del año pasado que se cambiaba a 0,92 euros), amortiguaría la pérdida de competitividad al abaratar las importaciones, en especial el petróleo que se negocia en dólares. Ambas hechos condicionaría la recuperación económica de la Región, que el BBVA estima un crecimiento del PIB del 4,2% y del 7% en 2021 y 2022 respectivamente, y la creación de 16.000 empleos que situaría la tasa del paro en el 19%.

Para rebajar la presión de los precios en la Región, sería recomendable el diseño de políticas en I+D y de mejora del capital humano, para aumentar la productividad; acelerar las inversiones en ferrocarril y carreteras, el Ministerio de Fomento inició la ejecución de la autovía Cáceres-Badajoz el año pasado, para bajar el precio del transporte; así como una política de rentas para corregir el desajuste entre oferta y demanda en el mercado del alquiler que evite el aumento de estos.

*Experto en economía