"El Ayuntamiento de Plasencia, directamente, no puede gestionar la nueva residencia de mayores porque no tenemos las competencias". Así ha respondido el alcalde, Fernando Pizarro, al anuncio de la Consejería de Sanidad de que no se hará cargo del centro que se construye en los antiguos pabellones militares, porque "las residencias de titularidad municipal las gestionan los ayuntamientos o sacan a concurso su gestión". Precisamente, el alcalde ha manifestado que, ante esto, "la única posibilidad es licitarla", por lo que ha criticado que "los grandes defensores de lo público lo que quieren es privatizarla como van a privatizar el CRPS", ha lamentado.

En este sentido, ha tirado de datos para advertir que en la ciudad hay un "gran déficit" de plazas públicas en residencias de mayores porque, de las 5 existentes, solo 2 son públicas (otras dos son de la Iglesia y una quinta, privada) y, según sus cálculos, ofertan unas 200 plazas para una población que no solo comprende a los placentinos, sino también a vecinos de las comarcas.

Además, ha recordado que la fórmula de construcción por parte de otro organismo para luego ceder el espacio a la Junta ya se utilizó con la residencia de alzhéimer, obra de Caja Extremadura y ha señalado que, ya que la Junta ha anunciado 8 nuevas residencias medicalizadas en la región, "ahórrate el dinero porque imagino que habrá alguna para Plasencia, aunque a lo mejor no".

Reanudar conversaciones tras las elecciones del 2023

En todo caso, Pizarro ha explicado que las obras no estarán concluidas hasta dentro de un año, en torno a finales del 2022 y también habrá que dotarlas de mobiliario y equipos y "en el 2023 no sabemos quién estará en la Junta, ni partidos, ni personas, así que creo que ni siquiera lo va a tener que decidir Vara. Retomaremos las conversaciones en el 2023 porque no me rindo".

Critica las formas

No obstante, el alcalde ha calificado de "una deslealtad institucional terrible y una falta de diplomacia absoluta" el hecho de haberse enterado por este periódico de la decisión de no gestionar el centro por parte de la Junta. "Creo que las formas no son las adecuadas. Lo normal es que me llame el presidente y que no me lo diga a través de un periódico. Yo se lo pedí por escrito, por carta y en las reuniones de principios de curso que no valen para nada".