Olha y Hanna, madre e hija, que llegaron a Plasencia desde Ucrania con un niño de cinco años, Artem, necesitaban trabajo y, en menos de una semana desde que hicieron pública su necesidad lo han conseguido. Están muy contentas y también "muy agradecidas" porque además les han ofrecido una vivienda y la escolarización del pequeño.

Su amiga y familia de acogida junto a su marido, Viktoriia Kurhan, explica que a Hanna, de 29 años, le han ofrecido trabajo en una residencia de mayores de Logrosán. "Hemos ido a verles y también la vivienda que les han ofrecido y las condiciones y todo está fenomenal". Le harán un contrato por seis meses y no necesitan más porque "quizás la guerra termine antes y lo que ellas quieren es volver porque tienen allí a sus maridos, su casa..."

De momento, aunque ellos permanecen en el ejército, “están bien, si es posible decir bien” y su casa permanece en pie. No obstante, Hanna explica a través de Viktoriia, que hace de traductora, que "están muy preocupadas por ellos porque están en peligro y quieren estar juntos, pero ahora es más seguro estar aquí". Además, no pierden la esperanza de que "tengan un lugar al que volver", apunta Viktoriia. "Esperamos volver a nuestra casa y que no esté destruida y las infraestructuras de alrededor enteras", señala Hanna.

"En el tren de Ucrania a Polonia había una cama para cada cuatro personas"

Hanna Riabchuk - Refugiada ucraniana

Pero hasta que ese momento llegue, estarán en Logrosán, donde este mismo viernes Hanna ha comenzado a trabajar y va a escolarizar a su hijo.

Junto con el traslado a una vivienda propia y la escolarización, comenzaría un proceso de integración que les permitiría empezar a olvidar lo vivido hasta ahora, su salida apresurada de Zaporiyia en un tren a Polonia en el que Hanna recuerda que "había una cama para cada cuatro personas" y el viaje en otro tren a Berlín que también iba al completo, "sin ni un asiento libre". No obstante, no tuvieron que pagar nada por el transporte y recibieron la ayuda de voluntarios, que agradece, al igual que la de todas las personas que se han prestado para ofrecerles ayuda.